La muerte del diálogo en la MNT
Alejandra Serrano
Cuando se publicaron los resultados de la 35 Muestra Nacional de Teatro envié una solicitud por escrito fechada el 19 de agosto dirigida a Juan Meliá donde solicitaba “un espacio dentro de la próxima Muestra Nacional de Teatro a realizarse en Monterrey, NL para una mesa de trabajo dedicada a repensar y proponer un nuevo modelo para la MNT”. El 21 del mismo mes, en un correo informal César Tapia me dijo “te informo que este lunes o martes recibirás la respuesta formal al oficio que nos hiciste llegar vía digital y físicamente”. La respuesta nunca llegó.
Pensé que simplemente me excluirían y organizarían la mesa con invitados de su elección, como me ha pasado tantas veces, pero lo que hicieron fue simplemente cerrar los espacios de reflexión, incluyendo el Diario de la Muestra. El Diario de la Muestra existía desde 2005, dependiendo de la organización del año en turno funcionaba bien o no, pero era un espacio de reflexión abierto a la comunidad.
Lo que se anuncia en el programa como mesas de reflexión son dos presentaciones de libros, una “revisión histórica del fenómeno posdramático” y una mesa sobre el Museo casa de los títeres. No me mal entiendan, estás mesas están muy bien, pero no son un espacio de reflexión como el que hace falta. Tampoco hay mesas con los grupos ni encuentro entre los creadores, ni siquiera a la hora de la comida y aunque todo es muy eficaz pues la organización en Monterrey ha sido impecable y efectiva no hay convivencia alguna, mucho menos reflexión. Por supuesto el discurso oficial sigue celebrando la “interacción humana entre varios cientos de miembros de la comunidad teatral nacional para intercambiar ideas, discutir tendencias” (Mtro. Katzir Meza presidente del Conarte en el programa de mano). Peor aún en el texto de la Dirección Artística en el catálogo se lee: “De seguro, analizaremos la producción teatral de algunos estados de la república que no logran establecer una dinámica de profesionalización. Discutiremos con pasión y es de esperarse que también con razón, a lo largo de años hemos aprendido a hablarnos de frente”, pero a qué hora si no hay espacio para tal. Si ni siquiera hubo una respuesta a una solicitud por escrito y por eso aquí estamos nuevamente inventándonos espacios, esperando lograr interlocución con alguno de nuestros lectores.
Este país lo hemos perdido en pequeñas batallas, cómo queremos cambiar algo si permitimos que nos quiten nuestros propios espacios, ¿dónde está el diario de la muestra? ¿dónde están los desmontajes? ¿dónde las mesas de discusión?
Más allá del centralismo de la programación actual, es alarmante que el discurso oficial sea totalmente contrario a lo que se observa en la realidad. No es cosa de tomarse a la ligera, y menos en estos momentos, el cierre de espacios de diálogo y reflexión.
25 julio, 2015 @ 12:20 am
Y este año, ¿cómo será la Muestra? He ahí la duda…