Belleza y horror en Zoológica
Zoológica, obra ganadora de la Muestra Estatal de Veracruz y seleccionada para el circuito de Teatro a una sola voz por once estados, se presentó en el marco del 3er Festival de Unipersonales en Xalapa.
Una actriz y cantante es secuestrada para ser convertida en una atracción de circo de fenómenos. Con ayuda de objetos, la intérprete Tania Hernández cuenta las desventuras que atraviesa este personaje en cautiverio. Al finalizar la función, en la charla con el público, fue notorio que una de las cosas que más impresionaba al público era la cantidad de objetos y personajes que manejaba Tania con pericia y precisión, así como el elemento central de la obra, que inicia siendo un vestido, para convertirse en carpa y jaula.
Tanto la interpretación de Hernández, como la dirección de Adriana Duch, son impecables. Es palpable la disciplina en el trabajo y esto hace que los problemas del texto —escrito por la misma Tania Hernández— pasen desapercibidos por el público fascinado por la escena.
Sin embargo, los problemas del texto tienen repercusión en la escena, de este modo el personaje del narrador no está bien construido, no tiene un punto de vista claro al principio de la obra. La actriz prácticamente narra como si contara un cuento, cuando al final —sin ninguna explicación o función narrativa— cambia de narrar en tercera a primera persona en un final poco articulado.
Por otro lado, lo que hace muy interesante el texto de Hernández es que al hablar de los circos de fenómenos de inicios de siglo, hace un espejo con la trata de personas y la prostitución forzada que hoy es uno de los problemas más fuertes en nuestro país y particularmente de Veracruz. A diferencia de lo que sucede con obras coyunturales que pierden su sentido en cuanto la noticia deja de estar a flor de piel, Zoológica siempre será referencia de la brutalidad humana y la complicidad de quienes observan, pagan y hacen que esa brutalidad sea rentable. Es una obra universal en el mejor de los sentidos y, tristemente, siempre será vigente.
Una obra llena de belleza para hablar de las atrocidades del ser humano.