A manera de despedida
Para mí lo más divertido era ver los errores Festival y saber que tenía otra oportunidad. Planear los cambios y ajustes me entusiasmaba. Las dificultades, tanto técnicas como con los invitados, eran a la vez un reto, un dolor de cabeza y estómago, pero un aliciente. Si resolvía una situación más o menos decorosamente me hacía sentir bien conmigo, si alguien me felicitaba o notaba mi participación ya flotaba. Dejó de ser divertido cuando mi manual para sobrevivir el Festival ya no se actualizaba. Se necesita un nuevo manual.
Este año le dije a Patricia Estrada que me contara lo menos posible de la programación, porque me sería imposible no opinar y la pondría en un lugar incómodo. Veo felizmente que, contra todo lo que yo hubiera planeado, funcionaron los horarios e invitaron obras que probablemente yo nunca hubiera invitado. También veo cómo Imanol y Paty saben trabajar en equipo, algo que para mí siempre ha sido muy difícil. En suma, veo como el Festival entra con paso firma en una nueva etapa y que todavía va a cambiar mucho, espero ver y ser parte de estos cambios.
Conocí a Paty hace más de seis años cuando entró a trabajar conmigo. Ella recién egresada de la carrera de Teatro de la UV y yo, iniciando mi camino en Teatromexicano. Patricia es, además de talentosa, muy entregada y siempre deseosa de aprender. Nos hicimos amigas, crecimos juntas y en 2012 nos hicimos socias cuando creamos la AC Teatromexicano punto com. A Paty nada le ha sido regalado, todo lo que es ella lo ha construido con talento y sobre todo con mucho trabajo, al igual que Imanol a quien también he visto crecer y convertirse en un hombre sensible, que escucha, que aprende y aunque la relación no ha sido tan cercana, también le tengo gran cariño y admiración.
Tenía miedo de tener un ataque de nostalgia o de arrepentimiento durante el Festival, pero lo que siento es mucha tranquilidad, creo que tomé una buena decisión, una decisión que me hace sentir mejor persona, congruente con mis ideas y que Paty e Imanol se lo han ganado y sé que no lo tomarán a la ligera.