El teatro de Céline Delbecq
La última obra de la 13 Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea fue El búho de la invitada belga, Céline Delbecq. Desafortunadamente yo debí partir antes de verla, pero pude leer el texto, que finalmente es lo importante en este evento. Sin duda la dirección de Daniela Casillas tuvo aportaciones valiosas, porque es una buena directora, pero me interesaba tener la crónica completa del evento y afortunadamente pude escuchar de la propia autora las cosas que le importan en el teatro y su manera de acercarse.
Céline Delbecq señaló en la mesa de encuentro con los autores que a ella le interesa el rol social del teatro y que trabaja en colaboración con asociaciones específicas del tema sobre el que está trabajando, de ese modo puede hacer una investigación exhaustiva, además de ofrecer a sus espectadores la posibilidad de asesorías y apoyo en caso de encontrase cercano o en una situación como en la que se describe en la obra. Algunos de los temas que ha trabajado Delbecq son el suicidio, el acompañamiento en la muerte de alguien y como es el caso de El búho, el incesto.
Para la autora es muy importante hablar del tema sin tomar partido o juzgar el hecho y para lograrlo busca exponer los diferentes puntos de vista. Esto es muy claro en El búho, realmente no se sataniza el incesto/violación, ni a su perpetrador. El personaje mejor construido de la obra es el padre, quien violó a su hija de siete años y que nunca aparece en escena, pero se le nombra como un buen hombre, cariñoso, su esposa lo extraña y lo sigue amando pese a todo, pero no puede ni visitarlo en la cárcel.
Otra cosas que mencionó Delbecq en el encuentro con autores fue que ella escribe de forma simple, con palabras simples porque busca que sea comprensible para todo el mundo, por supuesto esto está directamente relacionado con la función social que ella busca con su teatro. Me quedó muy grabado porque me pareció muy lúcido y aunque pudiera parecer una obviedad, esa claridad en objetivos no es tan común. En efecto, El búho, es sencilla y clara, sin embargo las estrategias narrativas más que sencillas son un tanto burdas. La mayoría de la información o narraciones de eventos pasado se cuentan a través de diálogos entre dos personajes que conocen la historia, es decir, recurre a las fórmulas: “te acuerdas de…”, “tú sabes qué…”, o bien a monólogos reflexivos del personaje donde en voz alta —y sin mucho pretexto— cuenta todas sus penas. Creo que se pueden hacer narraciones claras y sencillas de entender con muchos más recursos. Es cierto que esta es la primera obra de Delbecq, habría que leer alguna más reciente para ver cómo resuelve ahora la progresión dramática.
Sea como fuere, es un teatro potente y muy necesario.