El infierno del siglo XXI. Sobre Leviatán
Eduardo Escobar
Para todos los que suelen creer que los milagros los hacen los santos, eso es debatible y al final cada pensante deduce que la estupidez es la madre de la ignorancia. Así lo experimenté presenciando la obra teatral Leviatán, un montaje de arte contemporáneo que rompe con la autocomplacencia del espectador acostumbrado a recibir gozo de los sentidos; la sublimación del placer queda aniquilada obligada a obtener una reflexión, materia de una de una profunda meditación. Yo (mi ser interno) encuadro en mi conciencia que he estado frente a mis propios demonios, una existencia de la lucha del victimario con la victima radicados en mis propias neuronas. Esta Muestra Estatal de Teatro 2015 ha sido un gran banquete para decidir la obra que sirva en mi persona y desarrolle el pensamiento contemporáneo.
Si usted cree que Dios castiga no vaya con locos pero ni a aceptar que el psicópata debe buscar una “cura” reconózcase con los leviatán, una ventana al terror, lo toxico del mundo de los “humanos” han creado la pérdida de la cordura, provocando el infierno que está por venir.
Todo aquel que se cree libre de locura que lance su celular frente al espejo donde vemos el monstruo, una sombra que cada quien proyecta.