Cuando el infortunio nos alcanza
Edy Walls, monólogo interpretado por Gabriela Eos y dirección a cargo de Pentagrama Teatro, obra presentada en la Muestra Estatal 2015.
Un diálogo personal de una striper, donde narra situaciones de su pasado frente a una cámara buscando una confrontación con sus padres y abuelos pero que termina por confrontarse a sí misma. Una vida vacía, un odio a los hombres y una inconformidad latente.
Con un caudal de elementos escenográficos y de utilería, que no terminaron de mostrar la decadencia de este personaje, daba una atmosfera muy pop que mostrar el espacio de una bailarina exótica, entre tantos acetatos.
Empezó la escena entre una iluminación debil que se mantuvo en gran parte de la presentación, transiciones que no se lograban de manera contundente. Textos aletargados, que a cada minuto te sumergian en una densidad de la cual no se logró salir por falta de fuerza y precisión. Claro que nos mostraba a una mujer perdida en el mareo del alcohol, pero hasta en ese mareo debe haber una contención y precisión, sobre todo en los momentos coreografiados.
No sé qué pasó con la iluminación, era una locura, entre la luz de sala, apagones y especiales súbitos que no aportaban a levantar el ritmo de la obra y más bien fracturaban la escena.
Este texto tiene un timing difícil, la progresión del personaje y del mismo texto se ven desplazados entre las anegdotas, todo se vuelve lento y plano, una línea recta, un tono vocal cansado para el espectador y volumen bastante bajo, por cierto.
Todos estos factores fueron el pie puesto para que el final no cayera, te deja en una especie de puntos suspensivos.
Trato de pensar en cosas positivas del montaje pero creo que justamente la función que me tocó ver estuvo llena de infortunios.