El teatro para niños en la MET Michoacán 2015
A pesar de que la mayoría de las obras para jóvenes públicos de la Muestra Estatal de Teatro de Michoacán 2015 se presentaron fuera de Morelia, sí tuve oportunidad de ver un par de trabajos dirigidos a todo público: La seda mágica del grupo Caballo de madera y El soplador de estrellas de Metro Laboratorio Escénico. Ambas obras tienen la intención no solo de entretener a los niños, sino ser una experiencia para todo el público, niños o no y aunque a ambas les falta afinar un poco el instrumento para lograrlo de manera plena, sí lo consiguen.
La seda mágica retoma el conocido cuento del traje nuevo del emperador, solo que esta vez no es el emperador, sino una mujer humilde que quiere casar a sus hijas. El texto es Héctor Azar y realizado por Angélica Meza como unipersonal con títeres de mesa. Lo más interesante de este trabajo es el histrionismo de la intérprete, a cada personaje le asigna una voz clara y distinta, sin sonar demasiado impostada. Lo menos interesante es el texto, que si bien cambia el planteamiento del engaño y su fin, se vuelve repetitivo y avanza muy lentamente hacia el desenlace que todos conocemos y por lo mismo evita contarlo.
El soplador de estrellas tuvo un inicio desafortunado, donde parece que será un teatro cercano a las botargas y que la interpretación se basa en un mal intento de imitar la forma de hablar de los niños, fue curioso incluso que un niño sentado atrás de mí, preguntaba por qué la actriz (Laura Camacho) hablaba se ese modo y porque hacía como que lloraba si no estaba llorando. Ese niño va a ser crítico, pensé. Pero conforme entró en calor Camacho y en compañía de Fernando David Espinosa resultó un trabajo conmovedor pues a pesar de lo fantástico de la situación el planteamiento es muy realista: Los deseos no se cumplen solos, hay que ayudarles a realizarse. En ese sentido comenzaba a interesarme el texto escrito por Ricardo Talento, pero al final me decepcionó un poco, cuando el único deseo que se cumple es el encuentro amoroso —que para acabarla de amolar termina en matrimonio— de los protagonistas.
En fin, me parece que el teatro en Michoacán todavía tiene mucho que explorar en el teatro para niños y que tienen toda la intención de hacerlo. Por lo pronto estamos viendo trabajos de calidad, de poco riesgo, pero que apelan a la sensibilidad de los niños y no a darles una lección.
Las otras obras presentadas bajo la clasificación A fueron El mundo está hecho de sueños de la Compañía Teatral México, presentada en Tlalpujahua y Orfeo de Sonaja Roja en San José de Gracia.