¿Donde quedó el presupuesto?
EL FINANCIERO/ Fernando de Ita
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- La semana pasada se dijo en los medios que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes tenía un subejercicio presupuestal que Rafael Tovar negó en la ciudad de Querétaro, en el marco de la Reunión Nacional de Cultura. Lo que es un hecho es la falta de pago de las diversas dependencias del CONACULTA, tanto a proveedores como a los programas y festivales culturales del país que apoya el Consejo, y a los artistas que participan en ellos. Precisamente Tovar y de Teresa planteó en Querétaro la animación cultural como una de las tareas de las instituciones que cubre el paraguas del Consejo a su cargo. Buena noticia para los gremios artísticos, salvo la dilación del pago que ha sido y sigue siendo fatal para los trabajadores del arte.
En cada nueva administración, la Secretaría de Hacienda impone nuevos requisitos para el pago de facturas y honorarios. La burocracia administrativa es tan farragosa que sólo en los tramites “normales” se llevan de dos a tres meses
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- , de manera que vienen pagando a los 120 días de prestado el servicio, si hay suerte. Actualmente, hay instituciones culturales de la federación que no han pagado un centavo de sus deudas en lo que va del año porque ellas mismas carecen de lo indispensable para su funcionamiento por falta de liquidez. Los mismos funcionarios comentan que las disposiciones de Hacienda son la causa del
tortuguismo administrativo
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- , pero que la falta de fondos operativos es maniobra de la Secretaría de Educación Pública, que destraba el presupuesto del Consejo a cuentagotas.
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- Hace unos meses un destacado grupo de “veteranos del arte” se inconformó por la falta de trabajo de la nueva administración del CONACULTA y fueron recibidos prontamente por diversos funcionarios para solucionar el problema de fuentes de trabajo, pero la cuestión financiera escapa de su control, según explicaron. El director de Vinculación Cultural con los Estados, Antonio Crestani, es uno de los funcionaron más diligentes del Consejo, y me consta que pone todo su empeño en atender las demandas de su sector, pero nada puede hacer para agilizar los trámites y los pagos, por ejemplo, de los 700 festivales culturales del país que apoya su dependencia. De ahí que el Festival de la Joven Dramaturgia que terminó en la ciudad de Querétaro a mediados de julio, esté en deuda con sus organizadores y participantes, que malviven al día.
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- Por ello,
me permito sugerirles a los artistas que están organizando en la red un plantón al CONACULTA, que antes pasemos por la SHCP y por la SEP que es donde están los nudos gordianos del presupuesto para la cultura
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- . Que alguien nos explique en las oficinas del Delfín Videgaray el por qué tantos trámites, tantos documentos, tantos certificados, tantas cartas firmadas para pagarle a un clown sus modestísimos honorarios. Que alguien nos diga en las oficinas del secretario de educación pública, Emilio Chauyffet (cuya dependencia publicó los libros de texto gratuito a sabiendas de sus erratas, omisiones y tergiversaciones) por qué está chafeando con el presupuesto para la cultura. Por lo pronto, en la red se está haciendo la primera marcha virtual para saber por qué, si no hay subejercicio presupuestal, no hay presupuesto para la cultura.