Los 10 dramaturgos más influyentes de la última década en México
Presentación de la mesa “Los 10 dramaturgos más influyentes de la última década” y ponencia de Boris Schoemann
Presentación de la mesa “Los 10 dramaturgos más influyentes de la última década”.
La idea de hacer la mesa titulada “Los 10 dramaturgos más influyentes de la última década”, durante la Feria del Libro Teatral (FeLiT), es hacer un corte en el tiempo para saber qué estamos haciendo en el campo de la dramaturgia, explorar nuestro propio trabajo, indagar liderazgos.
Es importante decir que se realizó como iniciativa de dramaturgiamexicana.com, porque surge desde los propios creadores y rompe con la tradición de esperar que el tiempo haga lo suyo o que algún crítico tome la iniciativa.
¿Por qué la elección de Fernando de Ita, Boris Schoemann y Noé Morales como autoridades para esta ocasión? Fernando es probablemente el crítico que más conoce a los dramaturgos de la nueva generación, pero con la ventaja de que conoce también a los de la anterior. Su presencia en muestras, coloquios, semanas de dramaturgia y su seriedad en el análisis garantizan que su palabra estará basada en una visión amplísima de lo que sucede en el campo del teatro y, específicamente, en el de la dramaturgia.
Por su parte, Boris es uno de los directores teatrales más vanguardistas que hay en México, está abierto al exterior, pero también conoce la dramaturgia nacional y es capaz de distinguir cuando hay un buen texto, incluso si el montaje ha sido malo. Por otra parte, sabemos que, dada su sinceridad (que a algunos disgusta) dirá exactamente lo que piensa.
Noé es un crítico joven, serio, con una gran profundidad que viene del ejercicio de una crítica basada en el estudio de la dramaturgia nacional e internacional. Es el “insider”, quien habla desde la propia dramaturgia, desde el oficio y los nuevos lenguajes. Es, además, un dramaturgo comprobado y respetado por sus colegas.
La palabra “influyentes” fue elegida muy a propósito porque es un criterio flexible, polivalente, que permite analizar el trabajo de los dramaturgos desde muy diversos puntos de vista: estéticos, temáticos, de forma, de influencia en los medios, en otros dramaturgos, en lenguajes escénicos, en ideas de lo que puede o debe ser el teatro y la escritura de los textos para éste.
Elegir a 10 obliga a ser concisos, trazar genealogías y hacer el ejercicio de pensar qué ha sucedido en los 10 últimos años. ¿Por qué elegir a alguien? ¿Con qué obra? ¿Qué le dice al público, a la sociedad?
La II Feria del Libro Teatral es el espacio idóneo para discutir todo esto.
Alberto Castillo
Ponencia de Boris Schoemann
Me parece importante mencionar primero a los dramaturgos extranjeros que han influido en la dramaturgia nacional: Roland Schimmelpfennig, Daniel Danis, Wajdi Mouawad, Suzanne Lebeau, Michel Marc Bouchard, Marco Antonio de la Parra, Rafael Spregelburd, Daniel Veronese.
Los 10 mejores dramaturgos nacionales de los 10 últimos años:
1. Inclasificable, fuera de lista, y definitivamente el dramaturgo de la decada por su constancia: Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (De bestias, criaturas y perras, Odio a los putos mexicanos, Civilización, Las chicas de 3 1/2 floppies, Sensacional de maricones,…)
2. Las dramaturgas: (en orden alfabético y sin afan de clasificación, incluyendo la que me parece ser su obra más destacada, aunque obviamente no he leído todo).
Veronica Bujeiro: (La inocencia de las bestias), por lo absurdo.
Bárbara Colio: (Usted está aquí), por la constante progresión hasta llegar a esta obra maestra.
Ximena Escalante: (Yo también quiero un profeta), por su constancia y proyección internacional.
Elena Guiochíns: (Plagio de palabras), por el misterio.
Conchi León: (Sanctificarás las fiestas), por la carne derrochada.
3. Los dramaturgos
Edgar Chías: (El cielo en la piel), por su narrativa escénica.
Flavio González Melo: (1822, Lascurain), por rescatar a la Historia.
Antonio Malpica: Papá está en la Atlántida, por su constancia y proyección internacional.
David Olguín: (Clipperton), por hablar de política.
Victor Hugo Rascón Banda: Desazón, por todo lo que representa para la dramaturgia mexicana.
Los emergentes:
Mario Cantú (La pinche india), Irela de Villier (Quetzacoatl puddle), Mariana Hartasánchez, Enrique Olmos (Job), Alejandro Ricaño (Riñon de cerdo para el desconsuelo), Daniel Serrano (El carbón en la boca de Porcia).