Marcas territoriales en las MET
En estos momentos se han o se están llevando acabo Muestras Estatales de Teatro en todo el país, gracias a l impulso de un Proyecto de Alcance Nacional de la recién fundada Secretaría de Cultura Federal. Por supuesto, un proyecto tan ambicioso tienen mucho por afinar, sobre todo cuando entendemos las diferencias entre los estados del país. La intención de Teatromexicano es recopilar testimonios, de modo que no quede entre pasillos, que las molestias no crezcan en la oscuridad y la indiferencia, sino que se conviertan en propuestas concretas, que expresen las particularidades de cada estado y que apoyemos a las instancias locales a negociar mejores condiciones en el ejercicio de esos proyectos de alcance nacional.
Dicho lo anterior, publicamos la carta de Uriel Bravo, teatrista michoacano radicado en Querétaro que ha quedado fuera de posibilidad de concurso en la MET de Querétaro.
Querètaro, Qro., 11 de agosto de 2017.
LIC. JOSÉ PATIÑO
ENCARGADO DE LA MUESTRA ESTATAL DE TEATRO 2017
PRESENTE
El espíritu del teatro respira del aliento que una sociedad emite, se alimenta de él y entra en fusión con él. Responde a sus necesidades, es un aliento que vive y convive con lo que la sociedad precisa y necesita para sobrevivir.
La comunidad teatral no es necesaria para nadie, a veces somos un estorbo para el pensar y el sentir a veces de la misma sociedad —las más de las veces—, lo sabemos desde el momento en que nos acercamos a esta nodriza que a muchos ha rechazado y a pocos, unos cuantos, nos sigue manteniendo vivos a pesar de todo y gracias a nuestra necedad ancestral y genealógica.
Yo no sé por qué estoy aquí.
El teatro no tiene fronteras, es una manifestación del espíritu y no necesito citar a nadie, porque una vez un alumno me dijo brillantemente, “ya deje de citar y díganos usted qué piensa”. Y, entonces, hago como que pienso, que el teatro no puede ser sujeto al tiempo y al espacio de una convocatoria pusilánime, pues es precisamente ahí, dónde es un tránsfuga, si no sería una prisión, no el lugar para contemplar, para observar. Se restringe como quitarle el aire, como ponerle una almohada, se consuma como un asesinato. Como un asesinato familiar, como de alguien que es parte de nuestro gremio.
Pero sigo creyendo en la comunidad teatral, por eso, pensando en no crear discordias, en ser congruentes con nuestra presencia en el teatro durante veinticinco años, por tener una hija queretana y un perro de trece años michoacano radicado en Querétaro que ya nos va a dejar, los proyectos Plagas y El diputado ceden su espacio —su espacio vital, pues somos profesionales de la vida teatral—, para no entorpecer la presencia de aquellos grupos que con toda legitimidad y legalidad, correctamente aducidas, puedan acceder a los beneficios de esta muestra, un proyecto que pretende ser incluyente, que reúne a lo mejor del teatro queretano, y que gracias a la mezquindad y la avaricia, nos relega de un espacio profesional y vital.
Desprendido esto de la CLÁUSULA DE LA CONVOCATORIA DE LA MUESTRA QUE A LA LETRA DICE:
“Integrantes de otros estados o países que conformen la obra (productores, actores, escritores, dramaturgos, escenógrafos, iluminadores, promotores, pensadores, directores, entre otros”.
ya que tanto el Maestro Edeberto Pilo Galindo, como Adriana Bandín, NO SON QUERETANOS, NI TIENEN SU RESIDENCIA EN EL ESTADO, NI PUEDEN DEMOSTRAR QUE TIENEN UNA LABOR CONTINUA en el mismo, a pesar de que sus obras se encuentran en cartelera queretana desde hace más de cinco años al igual que la presencia del maestro Mauricio Jiménez, desde hace más de diez años, egresado incluso de la Universidad Autónoma de Querétaro y que también se encuentra en el mismo caso.
Jamás, de ningún modo, hemos indiciado a ningún grupo, a pesar de que sabemos cómo nos manejamos (en la chicanita suplantación de nombres, en figuras retóricas que superan a las literarias, en el uso inmisericorde de las INES, en la rotación de directores apócrifos y residentes, en el uso de estudiantes de teatro sin FORMACIÒN PROFESIONAL LEGALMENTE AVALADA, en los actores que no han tenido formación profesional y que se manejan como aficionados y marginan a actores con trayectoria y sin estudios), porque entendemos la necesidad del teatro de superar la endogamia, porque sabemos que el teatro es un lugar para los apátridas, pero ahora somos ilegales en nuestro propio país, en nuestro propio estado.
Sabemos que saltamos lineamientos, es nuestro oficio, de ningún modo el teatro merece ser acotado, es su signo y su diferencia, la transgresión es nuestra pasión y es lo que nos mueve, nuestros proyectos son nuestros hijos y los legitimamos a pesar de lo monstruosos que puedan ser y sin los cuales los Institutos y Secretarías no podrían justificar su trabajo. Nos rebelamos ante el antiguo, viejo y burocrático chantaje de la resignación, del dedo puesto sobre la convocatoria, de la acusación abogacil de que hemos VIOLADO UNA CONVOCATORIA, para buscar nuestro lugar en esta muestra.
No estamos dispuestos a “enriquecer la programación de la muestra” en un formato que nos denigra y nos margina, que nos obliga a erogar esfuerzos y recursos, tenemos una trayectoria y una visibilidad comprobable durante décadas.
Violar, es una palabra muy grave, que desaparece si la relación fue consensuada, como ocurrió en emisiones anteriores de la muestra, sólo interpretamos una convocatoria, ambigua, restrictiva, hecha al vuelo, vertical y centralista, y que permite cualquier tipo de notas marginales. Pero esa hermenéutica pertenece al horizonte del teatro, en nuestro caso, no al de la burocracia.
Pareciera ser que, ahora los estados se convierten en principados, en hegemonías, en determinaciones voluntariosas para determinar que el teatro es un “negocio” como me lo expresó personalmente la Licenciada Paulina Aguado, y que coincide con una entrevista de Don Francisco Rabell en el Diario de Querétaro, y que para los interesados en las pesquisas decimonónicas, pues que lo busquen y se raspen los ojos.
El teatro adquirió autonomía creativa, identidad artística y preeminencia cultural con el trabajo de los directores de escena del siglo XX, sólo así, pudimos acceder a este universo labrado desde la sensibilidad, la congruencia y la determinación de nuestro quehacer.
El teatro no pertenece a Querétaro, sino a los habitantes de Querétaro, es un regalo para todos y mutilar la expresión propia, legítima y natural de una sociedad que la necesita respirar es un acto criminal, lamentablemente originado desde nuestra propia comunidad.
La mezquindad y la avaricia son el antídoto eficaz para el erotismo que implica el teatro, para su vitalidad y efervescencia. Buscar el error, poner el pie a los compañeros de viaje, es como llevar al barco completo a naufragar.
Felicidades a los compañeros que se presentarán en esta muestra que felizmente es generosa, es una fiesta cuyo espíritu incluyente se ha lastimado por los propios navegantes.
Que la disfruten.
Atentamente
URIEL BRAVO
Director de los proyectos El diputado y Plagas