Sobre el homenaje a Héctor Mendoza
Fernando de Ita
La memoria es una llama que se apaga con el tiempo. Por eso es importante escribir sobre ciertos hombres y sus obras. Un prolongado viaje a los Balcanes me impidió tener en las manos el libro que se presenta esta mañana, pero puedo afirmar dos cosas: que la obra de Héctor Mendoza forma parte del extraordinario mosaico del arte mexicano del siglo XX y que Luz Emilia Aguilar Zincer es una de las plumas más preparadas, brillantes y efectivas de la crítica mexicana. Difícilmente alguien podría hacer mejor el estudio de la obra mendocina.
Expertos como somos los aztecas posmodernos en hallar conjuras de palacio, alguien dirá por lo bajo: “Se murió el viejo y le dieron el reconocimiento cervantino”. Falso. Otra mujer no por bella menos pensante, Lidia Camacho, quiso homenajear al maestro Mendoza en vida, pero Héctor se fue antes a la tramoya en donde los muertos ensayan su nueva relación con el misterio de la vida.
Una de esas pesadillas que puede vivir el viajero que sale del país Bosnio en una línea aérea croata para llegar a París y de ahí salir a tiempo para esta cita, me tiene atrapado en Ámsterdam, pero desde aquí evoco la apolínea figura del joven de Apaseo, Guanajuato, que fue protegido por los dioses tutelares de Poesía en Voz Alta. Desde la lluviosa terminal de aeropuerto holandés veo la imagen casi adolecente del autor de Las cosas simples y me viene a la cabeza la femenina pulcritud que hizo de Héctor Mendoza un suave pero firme dictador del teatro universitario.
Quien quiera asomarse a la vida y la obra completa de este hombre de teatro, querido por tantos, criticado por pocos, tiene en éste libro la oportunidad de lograrlo. Sólo aquellos afortunados que vimos la mayor parte de sus montajes retenemos en la retina sus momentos estelares, pero aquí están sus obras perdurables, su pensamiento dramático.
Sé que desvarió, pero aprovecho la oportunidad para mandarle un mensaje secreto a la dorada amazona de Guanajuato: “Querida, como me gustaría ser mujer para ser tuya”.
Notas relacionadas:
Cervantino abre con homenaje a Héctor Mendoza: http://impreso.milenio.com/node/9043238
Otorgan Presea Cervantina «In memoriam» a Héctor Mendoza : [url] http://bit.ly/pH09JS[/i]