¡Oiga usté, aquí hay irregularidades!
De Mariana Hartasánchez
Me parece dudoso y ramplón el activismo virtual, palabras encendidas redactadas por los próceres de causas indudablemente justas erizan pulgares a granel. Pero para ser héroe del caralibro se necesita una buena dosis de narcisismo. Detrás de ciertas denuncias, se esconden motivaciones ocultas que tienen que ver con el poder. Ante la desinformación generalizada, cualquier malentendido puede ser utilizado por estos mártires en beneficio de su imagen pública. Proselitismo, autopromoción, estandartes justicieros erigidos para obtener el aplauso. La verdad aparece sesgada y manipulada en estos terruños donde cada usuario es rey absoluto de su propio muro de lamentos. Y pareciera que si uno evita pronunciarse por este medio, careciera de convicciones, principios e ideas políticas sustanciales.
El más reciente alboroto queretano versa sobre la Muestra Estatal de Teatro, ante el desorden administrativo y las pugnas del gremio no faltaron quienes declararon que «por dignidad decidieron abstenerse de presentar su trabajo», con este alegato es fácil estrujar el corazón de quienes no tienen ni idea de lo que de verdad está ocurriendo. Quienes leen las declaraciones caralibrescas y no se preocupan por investigar a fondo empatizarán prodigando emoticones rabiosos y frases hechas. Y esto es grave, porque en lugar de que los artistas busquemos espacios de interlocución real, tridimensional, en el ágora, manifestamos tramposamente posturas que no son políticas ni trascendentes.
Quisiera, pues, proponer una visión objetiva, deslindándome de arrebatos emocionales. Sí, algo no funcionó en la MET, eso es un hecho, pero la CONVOCATORIA (restrictiva, poco plural o lo que gusten) es en extremo clara, una de las cláusulas establece que aquellas propuestas que no cuenten con creativos queretanos quedan excluidas. Si los artistas hubiéramos protestado en cuanto se publicaron las bases, quizás hubiera sido posible modificar ese estatuto, pero nadie dijo ni pío. Otra cláusula establece que los montajes participantes deben haberse estrenado a partir del 2016, no antes. Todo el mundo sometió su proyecto a dictamen, independientemente de que cumpliera a cabalidad con las consideraciones de la convocatoria. La Secretaría hizo su selección. Todo el mundo entró. ¿Porque no hubo una revisión exhaustiva? ¿Porque los administrativos tuvieron confianza en que los grupos iban a respetar las reglas? ¿Porque se buscaba una participación amplia? Por lo que sea. Entonces, al publicarse los resultados, alguien levantó la mano y dijo: ¡Oiga usté, aquí hay irregularidades! Y la Secretaría tuvo que contactar a los grupos disfuncionalmente elegidos para decirles que no iban a poder participar en la contienda (sépase que hay un jurado que, después de ver las obras que integran la MET, elige a un grupo para que este represente al Estado en la Muestra regional). Se ofreció, pues, a estos grupos, la posibilidad de presentar su trabajo, a sabiendas de que no iban a poder optar por el gran premio. Y ahí fue donde empezaron los próceres, los mártires, los agraviados, los dignos. «No nos presentaremos porque no se vale, nosotros somos los vengadores del arte». Ay, por favor.
Sí, tal vez los colegas que denunciaron las irregularidades pudieron guardarse sus protestas, tal vez las autoridades incurrieron en un error terrible al no revisar con atención los trabajos postulados, tal vez la convocatoria es ingenua o injusta, pero el caso es que nosotros también nos equivocamos (me incluyo, porque nosotros estrenamos Mr. Bright en el 2015 y no leímos con atención la mentada cláusula que hablaba sobre el año de estreno). En este país las verdades sesgadas hacen daño, mucho daño. Si nos interesa conservar este espacio vital de interlocución con el público, me refiero a las muestras estatales, hay que buscar que las convocatorias sean congruentes, pero no armar argüendes que ponen en peligro los apoyos que ya existen. En la reunión que se llevó a cabo el 3 de Agosto en el Museo de la Ciudad, los artistas que se congregaron acordaron reunirse cada mes. La invitación se hace extensiva a todos los gremios artísticos.
En lugar de aventar discursitos de victimización hagámonos, en colectivo, partícipes de la implementación de políticas públicas e incidamos en las reglas que se establecen antes de violarlas y chillar porque alguien las hizo valer. La siguiente reunión es el 3 de Septiembre ¿Quién se apunta?
15 agosto, 2017 @ 7:24 pm
Tienes toda la razón, pero hay que resaltar que alguien, en la administración del proyecto, hizo muy, pero muy mal su trabajo.