La soledad del teatro universitario
Rafael Volta
Después de la tragedia de casi dos años sin clases presenciales y con cientos de alumnos que por la crisis económica no pudieron regresar a estudiar, la Universidad Autónoma de Querétaro, a través de su compañía universitaria de teatro, lanzó en diciembre del 2021 una convocatoria para reanudar funciones en el teatro de cámara de la facultad de Bellas Artes durante los meses de febrero a abril del presente año.
Una de las compañías ganadoras de dicha convocatoria fue Barón Negro. Dentro de este ciclo, el 15 de Marzo del 2022 se estrenó Soledad (Prisioneros de un eterno déjà-vu) dirigida por Carlos Casas, con las actuaciones de Paulina Quetzallin como Soledad, Harlem Tapia como la Escritora y Christian Ferreira como el Espectro.
La dramaturgia fue escrita de manera colectiva por los miembros de la compañía. La anécdota ocurre en una casa ubicada en un solitario y alejado poblado de México, en la que una escritora se ha refugiado para intentar crear algo perdurable. La violencia del poblado interrumpe su proceso de escritura cuando una lugareña pide ayuda ante una tentativa de feminicidio por parte de su esposo. Hasta aquí el conflicto es realista y contemporáneo. Se le agrega una dosis de suspenso y de terror mediante una acertada elección de música de cuerdas. La escenografía de cortinas oscuras y colgantes —que contrastan con la blancura de un perchero, silla y mesa, sobre la cual hay una máquina de escribir— logra crear una atmósfera lúgubre y misteriosa. La reducción del escenario a lo largo y a lo ancho del foro agrega un ambiente asfixiante lo cual favorece al montaje.
A medida que la escritora y la pueblerina empiezan a dialogar y a conocerse, la obra se empantana en una situación del tipo: “quiero que te vayas” de la escritora contra un “no, no me voy a ir” de la víctima. El estar de los personajes se torna cansado y por momentos perjudica el desempeño de las actrices a una rayita de la sobreactuación. Esta situación cambia con las apariciones de un espectro masculino que como un muerto viviente con el rostro cubierto por un pelo lacio y larguísimo, produce dosis de suspenso y de terror. Aquí la obra gana en tensión dado que no sabemos hacia donde se dirigirá. Pero una vez que el espectro empieza a tirar hojas de papel y la pueblerina asustada desordena el manuscrito de la escritora, se empieza a adivinar el final de la obra, y ya no se saca más provecho para seguir infundiendo temor en el espectador. Mediante un giro de tuerca plenamente literario y meta-teatral, nos damos cuenta que el discurso de fondo de la obra es explorar el papel del dramaturgo fallido. Aquel que escribe y escribe y al final, no consigue montar lo que tenía en mente o lo que soñó. Y no solamente es la dramaturgia sino también la producción, promoción, elenco, iluminación y presupuesto lo que hace que una compañía de teatro intente una y otra vez gozar no tanto del resultado, sino de los procesos fallidos que ocurren en el teatro.
Soledad se presentará hasta el miércoles 23 de Marzo. Me atrevería a sugerir que un público más amplio podría ir a este teatro de cámara de la UAQ con un mejor diseño gráfico de cartel en el que se incluya una breve y contundente sinopsis de la obra para levantar expectativa. Así mismo ayudaría que el teatro de cámara tenga puertas de entrada por ambos lados, por la calle Niños Héroes y desde el campus universitario para atraer más gente. En total fuimos solamente 5 personas, 2 de público general y 3 jóvenes estudiantes universitarias. Uno esperaría ver las butacas abarrotadas por lo menos en el estreno y en la última función. Me pregunto qué es lo que pasa con la difusión de una obra al público en general y al universo de estudiantes de la UAQ para que solamente hayamos ido tan pocas personas. ¿Sabrán que hay un teatro dentro del campus? ¿Sabrán del enorme esfuerzo que se requiere para montar una obra de 50 minutos y con un presupuesto para 4 funciones de solamente $5,000 pesos?
Creo en el potencial del teatro de cámara universitario. Es necesario exigir a quien hay que hacerlo, un incremento en el presupuesto para más convocatorias, mejor premiadas y con mejores estrategias de difusión. Es deseable programar temporadas temáticas dedicadas al terror, al suspenso, a lo fantástico, al sci-fi, al realismo y por qué no, un concurso de dramaturgia para detonar nuevas escrituras. En estos dos años han pasado muchas cosas y seguramente muchos estudiantes y miembros de la comunidad universitaria tienen mucho que decir en el teatro.
Rafael Volta (Querétaro, 1977).
Autor de Principia Mathe-Machina (Poesía), Fondo Editorial de Querétaro (2018); The Q Horses (Dramaturgia), Herring Publishers (2018); y de Neowise, Confinamiento y Virus. 20 poemas para Instagram Stories (2020). Aparece en las antologías: Yo quería llamarme Emilio, como tú, y otros poemas(2021) y Blavatsky(2022) del taller de poesía Grafógrafxs de la Universidad Autónoma del Estado de México. Fue seleccionado como crítico teatral en la 39 Muestra Nacional de Teatro celebrada en el 2018 en la CDMX. Funge como mediador en la sala de lectura Edgar Allan Poe, especializada en poesía, ciencia ficción y terror. Organiza noches de Poesía Open Mic. Sus libros se pueden descargar en rafaelvolta.hotglue.me