Breve crónica de una crónica breve
Bajo el título Crónica breve de un rey y su sombra, Gonzalo Villanueva nos presenta su versión unipersonal de Rey Lear., en el marco del 4° Festival de Unipersonales de Xalapa, la primera vez que se cuenta con un invitado internacional en este Festival con esta propuesta argentina. La sombra del rey refiere tanto al bufón quien lo acompaña a lo largo de sus desaventuras como el rey mismo que está disminuido, senil y abandonado, un rey sin reino. Tal como lo advierte el título, la adaptación de Villanueva se centra en el rey y su bufón y por momentos, en los cambios de personaje que son habituales en los unipersonales, se acentúa el juego de espejos entre el rey y el bufón que propone el original de Shakespeare, tanto que por un momento que pensé que esa sería la propuesta de esta obra, donde el bufón realmente no estaba sino que era el resultado de los delirios del rey, pero pronto fue claro que se trataba de una interpretación resultado de mis propios delirios.
La adaptación de Villanueva es, en realidad, una edición no hay una reescritura ni reelaboración de los textos, el reto está en decir las palabras de Shakespeare y traer a estos personajes en el cuerpo de un solo actor, pensaba en la puesta en escena de Almela/ Camacho de Macbeth, donde ellos asumieron un reto parecido y llegaron a conclusiones distintas puesto que se trataba de un lenguaje teatral más contemporáneo. En el caso de Villanueva la búsqueda está en la tradición, desde la forma de actuación hasta la revisión del texto mismo.
Por supuesto el reto actoral es grande ¿pero es suficiente para sostener un discurso? La edición a Rey Lear es cuidadosa en dejar las escenas emblemáticas, pero no cuida dimensión problematizadora y compleja de Shakespeare, no por nada Bloom lo señala como el inventor de lo humano, en cambio en la versión de Villanueva todo se reduce a blancos y negros, personajes estereotipados en quienes no puede haber dimensión trágica. Gonzalo Villanueva resuelve su propio reto actoral, pero en tanto a su intención de generar un teatro de reflexión, como lo mencionó en el conversatorio después de la obra, nos queda a deber.