En un barco sin timon
En los primeros días de la Muestra me preguntaban si se trataba de la edición más desorganizada; pensé en los portazos en Zacatecas (2007) porque no habían suficientes funciones, pensé en Monterrey (2014), donde la programación estaba tristemente muy centralizada, sin ningún espacio de diálogo y para acabarla de chingar sin agua caliente en un hotel sobrepoblado. Había gente en el aeropuerto esperando diez horas por su boleto porque Aeroméxico, en el último minuto retiro el patrocinio. Era como si Monterrey se vengará porque la había abandonado la Muestra, esa vez sí les llovió, aunque la comida era buena.
Hay muchas otras anécdotas que no recuerdo con claridad, así que no me parecía que fuera tan grave el problema de esta Muestra por falta de transporte y comida, incomodo, sí, mucho, pero una como invitada piensa en resolver, no cargarle más la mano a un equipo de por sí sobrepasado. A los pocos días arreglaron el problema de la comida, parecía que todo iba mejorando porque voluntad sí hay y en lo que respecta a Alma Rosa Castillo siempre ha sido un sosten de este evento y sabemos que ella tiene la capacidad para hacer las cosas, el conocimiento y toda la mejor intención, al igual que Michelle Picasso, lo que no tienen es el control del barco, son la tripulación y terminan dando la cara por los capitanes.
Este evento es el más importante de la Subcoordinación de Enlace con los Estados que desde hace dos años ocupa Daniel Austria y quien no se encuentra presente en la Muestra, fuera de los comentarios de pasillo no hay razón de él, vamos en un barco sin timón. El propio coordinador Daniel Miranda y la Subcoordinadora Sheila Flores están en los eventos intentando contener el caos, pero el enlace esta roto, es la subcoordinación de enlace que en conjunto con el el estado sede coproducen el evento, ¿quien se está encargando de eso? ¿Porque hay tanta confusión?
No sería tan grave si no estuviera afectando a los grupos y las presentaciones, ayer dejaron abandonado en un auditorio de un colegio que está en las orillas de la ciudad a todo el elenco de Nombres de combate, su función terminó a las 12 am. Nadie fue por ellos, su carga sigue en el teatro, no hubo quien se hiciera responsable en ese momento. De entrada, el desproposito de programar tan tarde, tan lejos, en una ciudad que hasta hace poco era muy peligrosa y sigue estando tensa. No están cuidadndo a la gente, ni a los artistas, ni al público, ni a los voluntarios.
En los años de colaborar con Daniel Austria, desde distintos ámbitos, en su anterior puesto como Subcordinador de Difusión siempre fue una persona poco eficaz, que no acepta soluciones que no sean las suyas, que se vanagloria con méritos ajenos además de ser prepotente y misogino, claro con quien considera de menor estaura porque con sus jefes y “personalidades” del teatro es amable y busca la mejor solución dentro de sus limitadas capacidades. Y por eso le dieron ese puesto y porque el mundo es miope, también porque Daniel Miranda tenía poco en la Coordinación, la verdad no pensé que sobreviviera una sola muestra pero ahí sigue y aunque no esté hoy aquí y los grupos están padeciendo unas condiciones muy indignas. No solo es la falta de transporte local, hay muchos problemas de logística previa desde la programación. Todavía quedan cuatro días, esperemos que no haya más gente abandonada.
Odio estar en esta situación donde pagan justos por pecadores, no intento ser juez de nadie, solo reporto lo que veo y lo que me ha tocado vivir.