2 Comments

  1. Rodolfo Obregón
    6 noviembre, 2022 @ 10:58 pm

    Ay, querida Alejandra!
    Voy a dejar aparte las discusiones sobre el carácter anacrónico, por vertical, centralista y desproporcionado respecto al resto del teatro nacional de esta compañía, porque ya hemos publicado demasiadas cosas al respecto y, como en añeja costumbre, se han ignorado una y otra vez. Pero celebrar que «el teatro está de regreso en el Palacio de Bellas Artes» es, además de fetichista, ignorar la historia reciente de la CNT y sus naturales fracasos (el Tenorio, Fotografía en la playa, El jardín de los cerezos) en un espacio que no tiene ninguna relación con su estética, sus modos de producción ni la formación de sus actores y actrices.
    También sobre eso hemos escrito, pero está claro que esas «pequeñas victorias colectivas» no incluirán jamás la incorporación de la crítica en el establecimiento de las políticas culturales relativas al teatro. Al respecto, el investigador colombiano Paulo César León Palacios rescató recientemente una carta sin firma que también cumplió 50 años y donde su autor(a) desmonta los argumentos que llevaron a la creación de la CNT. Las conclusiones del investigador ameritan echar un ojo al libro («Al margen de lo bello», Colmex 2020). Entre ellas, aquella que él considera «la clave» de «una relación vicaria» entre las instituciones y sus funcionarios con los artistas, «empecinada en su uso político».

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  2. Alejandra
    7 noviembre, 2022 @ 2:44 pm

    Rodolfo, por supuesto estoy de acuerdo contigo.eso no quita que una noche me emocioné e hice el recuento de lo que pasó. El resto del año, a seguir buscando otras maneras.

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