Primer Festival Internacional de Teatro “Héctor Azar 2011
De chile, mole y camote
Fernando de Ita
Del 24 de noviembre al 4 de diciembre tendrá lugar en Puebla el Primer Festival Internacional de Teatro “Héctor Azar 2011”. En la tierra natal de Elena Garro, Héctor Azar y Juan Tovar, en la ciudad en donde el teatro universitario y el teatro independiente vienen desde los años 50 del siglo XX el teatro se había convertido en la loca de la casa para la administración pública. Con el cariño y el respeto que le tengo al maestro Azar debo decir que él mismo, como Secretario de Cultura de su estado, no hizo por el teatro lo que se esperaba de un hombre fundador de instituciones teatrales.
El caso es que en los últimos sexenios se hicieron en Puebla todo tipo de festivales con dineros públicos, menos jolgorios de teatro. Por eso admira que a escasos meses de haber tomado la dirección del Consejo Estatal para la Cultura del estado, Saúl Juárez Vega tenga listo un festejo en el que participarán 68 grupos de 8 países y diversos estados de la República, además de los grupos locales, porque así fuera precipitadamente, se convocó a los cómicos poblanos para ganar cinco apoyos de producción de cien mil pesos por piocha para presentarse dignamente en los teatros que rara vez ocupan, como es el Teatro Principal que ostenta la gloria de ser el primer teatro construido exprofeso en el continente americano.
Un Festival Internacional debe prepararse con mucho tiempo de antelación, de manera que sólo la experiencia y los contactos del ex director del INBA pudieron lograr en tres meses la visita de grupos como El Teatro Negro de Praga, las compañías Malabar y Trans Express, de Francia, Antagón Theater, de Alemania, Dulcinea Langfelder & Co de Canadá, Malamadre, de Chile, Cryptic Theater, de Escocia y Grupo Krapp, de Argentina, entre otros colectivos extranjeros. Mucho tuvo que ver el apoyo inicial del productor Sebastian Sánchez Amunátegui, quien no pudo concluir la aventura porque se le presentó una aventura mayor, pero dejó la programación en manos de Luz María Huitzil, quien lleva muchos años a la sombra de la administración cultural y a la primera oportunidad demuestra su valía.
El Festival abrirá el 24 de noviembre en el Teatro Principal con la producción de la UNAM a La Tempestad, del señor Shakespeare, con don Ignacio López Tarso y la dirección de Salvador Garcini. La presencia de dicha casa de estudios se complementa con Civilización, de Legom, protagonizada por Héctor Bonilla y dirigida por Alberto Lownitz. Estarán los colectivos del “teatro de exportación mexicano” como El Teatro de ciertos Habitantes, de Claudio Valdés Kuri, con El Gallo, y el teatro Línea de sombras, de Alicia Lagunes y Jorge Vargas con Amarillo, dos grupos, dos obras que se han presentado en varias capitales de México y el mundo. No faltará la Compañía Nacional de Teatro con Desazón, de Víctor Hugo Rascón Banda, dirigida por José Caballero, ni la Compañía Estatal de Teatro de Manuel Raygadas con Don Juan Tenorio, dirigida por José Solé.
A diferencia de otros festivales internacionales, el teatro local no entrará por la puerta de servicio, pues además de los cinco ganadores de la convocatoria estará la recién formada Compañía Titular de Teatro del Complejo Cultural Universitario con La asamblea de las mujeres, de Aristófanes, con dirección de Juan Carlos Vives, y la Compañía del Centro Universitario de Teatro de la UAP que con Cristina Flores al frente lleva 25 años de formar actores y difundir el teatro universitario por el país y el extranjero. Completan el programa diversos grupos del teatro independiente como Teatrofilia, fundado por el inolvidable Marko Castillo, quien en los años 90 escandalizó a las buenas conciencias con un teatro gay de estilo barroco, es decir, poblano
Para darle brillo al festejo, el Festival reconocerá con alfombra roja y caravana la trayectoria profesional de Ignacio López Tarso y Joaquín Cordero, de María Rojo, quien presentará, además, De la palabra al danzón, recital dirigido por Víctor Weinstok; de Pilar Pellicer, José Solé, Manuel Raygadas, Tolita Figueroa, Jorge Ballina y quien esto escribe. Reconocimiento que no me impide señalar que la premura con la que se organizó éste Festival lo hace de chile, mole y camote, pero es mucho mejor este platillo poblano que un plato vacío, como estaba el del teatro antes de la llegada de Saúl Juárez, quien con tiempo, hará del segundo festejo, dedicado a la memoria de Héctor Azar, el gran festival internacional de teatro en México, ni duda cabe.