Los papelones de la Comisión
Eduardo Cruz Vázquez*
Un silencio cómplice impidió, allá por octubre 13, desenmascarar el penoso espectáculo de la instalación de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados.
Quienes ahí estuvimos, constatamos el albazo que, tramado por la presidenta de la Comisión, la panista Kenia López Rabadán, y la del Conaculta, Consuelo Sáizar, redujo el evento a un mitin político a favor de la institucionalidad cultural del gobierno federal.
Responsables de los organismos culturales de las entidades federativas, que acudieron antes de ir de paseo al Cervantino, al lado de los treinta diputados que conforman la Comisión y de un puñado de intelectuales y artistas elegidos para cubrir el expediente de la pluralidad chilanga, rindieron culto al pobre entendimiento que de los asuntos del sector cultural tienen.
Y pese al ser integrada por una mayoría priista (docilidad vergonzosa), el grupo fue incapaz de ejercer la responsabilidad opositora, crítica y alentadora del diálogo que les corresponde. Al sonoro rugir del Consejo, se concedió a la expectativa que la autonombrada líder ansiaba.
Tras “intensos” cabildeos, los comisionados hoy pretenden que celebremos la cuantiosa bolsa que enaltecerá a la cultura nacional en el 2010. Las cifras distan del festín que alientan en su afán de pasar a la historia bi-centenaria. En ellas hay variados elementos que se ocultan.
Que comparativamente, la asignación al subsector de la SEP no es significativa en relación a lo ejercido en 2007, 2008 y 2009; que nuevamente un porcentaje mayor al 90% va a gasto corriente y que la adición de 3 mil millones fue repartida, sin ton ni son, sobre la base de los intereses de la partidocracia y sus gobernadores en diversos estados de la República.
Tomen nota los optimistas: de 307 proyectos aprobados, 11 corresponden a Aguascalientes (PAN), 32 a Coahuila (PRI), 22 al Distrito Federal (PRD), 31 al Estado de México (Enrique), 20 a Jalisco (PAN), 18 a Michoacán (PRD), 22 a Oaxaca (PRI) y 10 a Zacatecas (PRD).
Estados como Baja California Sur, Sonora y Morelos no participaron, no les dieron o a sus legisladores poco les importó “cabildear”. O quizá se conformaron con la bolsa de 15 millones que, como ejemplo del flamante pacto federal, les toca para gastar al contentillo.
Si bien, como se puede constatar en las oficinas de la diputada López, se recibieron cual tianguis (en tanto que la convocatoria fue bajo cuerdas), alrededor de 500 peticiones de recursos, mismos que sumaron más de 10 mil millones, debieron haber repartido de forma equitativa (y representativa de la comunidad de intereses) los dineros para el asistencialismo sin fondo.
Los más de 13 mil millones le vienen de maravilla a los fines políticos de los tres niveles de gobierno. Escasamente se verán beneficiados los múltiples actores que dan vida al sector cultural. Las cúpulas de plácemes, soslayaron una visión integral de Estado en su penosa actuación.
A los gusten, nos corresponde intentar desarticular futuras confabulaciones y tratar contribuir al reencauzamiento de las funciones sustantivas de la Comisión de Cultura.
*Coordinador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura de la UAM-Xochimilco.