La cultura en México a punto del naufragio
Desde el día de ayer se celebra en la ciudad de Oaxaca la Reunión Nacional de Cultura con la asistencia de los titulares de los organismos federales de cultura y de los gobiernos de las entidades federativas.
Hasta el momento no se tiene más información sobre la reunión y los temas a tratar, sin embargo es un hecho que muchos estados están trabajando sin el aporte de los recursos federales y que diversos proyectos se encuentran en suspenso o en franco recorte debido a esto.
El día de hoy Lázaro Azar publicó en el periódico Reforma una columna que arrebata toda esperanza de que la situación tan precaria en la que ha estado operando la cultura durante este año vaya a terminar, por el contrario todo parece ir a pique, muy silenciosamente.
A continuación una reproducción de la mencionada nota.
Ni pío
Lázaro Azar
Reforma
Vivimos momentos que, de ser libreto, ni Juan Orol podría concebirlos: imagínense un circo donde ante la complicidad de la mujer barbuda que sedó al tigre famélico, envalentonadas sobre un burro pintado de cebra, las improvisadas amazonas fustigan con el látigo que el encantador de serpientes arrebató al domador, a los acróbatas, el mago y los payasos hasta lanzarlos sin red desde el trapecio, aprovechando el desconcierto imperante ante la carpa que se incendia para beneplácito del empresario que, ¡oh moraleja!, no podrá comprarse ni unos huaraches con lo que le pagará el seguro…
Lo supe desde el sábado pasado: el INBA le solicitó a la UNAM que «rescatara» el VI Concurso Nacional de Piano Angélica Morales por no tener fondos para cubrir los 155 mil pesos anunciados como premios, ni para pagarle a Juan Carlos Lomónaco por dirigir durante la final.
Un par de días después, Teresa Vicencio citó a conferencia para hablar «de los programas en marcha y de las perspectivas de trabajo del INBA»; en el acto no se aceptaron preguntas.
Sagaz, un lector de este diario comentó, fue «para evitar que diga barrabasadas, tal y como ocurrió con la directora del FIC -doña Lidia Camacho- que tanto ha dado de qué hablar en todos los medios nacionales. Y supongo también, que de esa forma evitó explicar en qué se basó para seleccionar a algunos de sus colaboradores, particularmente aquellos de dudosa trayectoria que ya han dado mucho de qué hablar» (sic).
Esa noche la Coordinadora Nacional de Música y Ópera, María Teresa Frenk les escribió a sus compañeros: «Me voy, amigos, con lágrimas en los ojos, porque no pude hacer nada (o muy poco) por la música de este país. Se nos pide un recorte del 50% del pago de honorarios, más la cancelación de todo lo artístico que implique costos en la CNMO a partir de este momento. No quiero ser yo la que ejecute semejante cosa. Dejo lista la programación de los Concertistas para el 2009. Para los que están esperando pago de honorarios, hoy me dijeron: se les pagará, pero no sabemos cuando (permítanme comunicarles que eso incluye mi sueldo)…»
Inmejorable señal de que ahí, no era bien vista. Me pregunto si alguna vez la recibió su jefa, porque es obvio que no era «del equipo». Frenk es una respetada pianista y pedagoga con firmes valores de integridad y congruencia.
A pesar del Comunicado emitido ayer por la tarde, afirmando que «el INBA reitera su respeto absoluto a la comunidad artística» y que «rechaza afirmaciones de que esté corriendo a sus artistas», el estupor ante la barbarie implantada por el Tijuana Power me dejará mudo pero no incapaz de reconocer la clara visión de Carmen Ruiz, de quien me permito compartirles el párrafo que escribiera ese lunes negro, y que a continuación resumo:
Habría que recordarle a esta enemiga de la Ilustración que la homenajitis a la que ha recurrido el INBA en los últimos tiempos, es producto de la falta de imaginación de la burocracia para reconocer las glorias del arte y la cultura nacionales; preguntarle sobre los despidos de Enzia Verduchi y los méritos profesionales de Stasia de la Garza para nombrarla en Literatura, el absurdo e inexplicable relevo de “Ricardo Calderón en la subdirección del INBA, su injerencia en el nombramiento del director del Cecut, el clima de terror que ella y los suyos han sembrado entre los empleados de base y honorarios, las secretas negociaciones con el sindicato, las tenebras de hablar mal de la gente. Urge que las designaciones en la presidencia de Conaculta y en las direcciones generales del INBA e INAH sean ratificados por el Congreso y no obedezcan a caprichos del Presidente de la República. El único mérito de esta señora, es ser hija de un panista. Ni más ni menos».
¿Cabría esperar una defensa de nuestra Cultura y sus artistas, por parte de quienes han dado fehacientes muestras de desconocimiento, arrogancia e insensibilidad? ¿O es que nadie va a decir ni pío?
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