El PAN perdió el país, perdió el rumbo, perdió la elección, perdió el derecho electoral de gobernarnos.

¿Y en cultura qué?

¿Los máximos burócratas del CNCA, del INBA, del INAH, son funcionarios del gobierno panista, o del estado mexicano?

Si como dice la Biblia, a los hombres, las mujeres, se les conoce por sus acciones; ¿son funcionarios del gobierno derrotado?

En un país parlamentario, el presidente Calderón estaría disolviendo su gobierno, al perder la mayoría en las cámaras, y al no poder lograr un gobierno de coalición, puesto que la tecera fuerza del país es el partido de pena ajena: el PRD. Como estamos en México, el presidente panista ya se puso de pechito ante los futuros legisladores, y ante la fuerza roja que le va a quitar hasta los calzones, sin despojarlo del liguero.

¿No es tiempo de llamar a cuentas a los mandarines de la burocracia cultural de la federación, de los estados, de los municipios? Que nos digan, al menos, con quién están, con el gobierno que los nombró, o con el estado mexicano?

¡Esa sí que será una función de teatro!
f.d.i.