De la escuela a lo profesional. Las preciosas ridículas de Senzanome
Las preciosas ridículas de Moliere es el resultado de la clase Dirección II, de la Licenciatura en Teatro de la Universidad Autónoma de Baja California. Los compañeros cursan ahora el último semestre de su carrera, esta generación tiene la ventaja de ser un grupo unido, lo cual han canalizado hacia realizar sus propias producciones, así inicia su proyecto Senzanome Grupo de Teatro. Reestrenaron su montaje dentro del marco ciclo martes de teatro en CECUT (Centro Cultural Tijuana).
La primera vez que vi Las preciosas ridículas, fue el pasado 2015 en las instalaciones de CEART (Centro Estatal de las Artes Tijuana), lo cual fue simplemente una reproducción de su examen, ahora que el tiempo ha pasado, lo primero que quiero hacer es felicitarlos, por su esfuerzo y el avance que todos demostraron en producción y propuesta de adaptación de la obra a un contexto contemporáneo, en el cual los baja californianos nos podremos identificar con facilidad por la popular moda hípster, el comportamiento snob, y aunque no se presente explícitamente, también la presencia del narco.
Las primas Madelón (Alexha Ochoa) y Cathos (Frida Cueva), son seducidas con la poesía e historias de Mascarilla (Edén Villavicencio) y Jodelet (Yeray Albelda), sin saber que están siendo parte de la venganza de los caballeros que se atrevieron a rechazar, De la vega (Augusto Meza) y De La Cruz (Esteban Acegaba).
Es notorio el desnivel actoral en que se encuentra el elenco, sobre todo entre las dos actrices protagonistas (Alexha Ochoa y Frida Cueva), a las dos las conozco bien y he visto su trabajo. Frida Cueva nos presenta a un personaje capaz de hacer desfiguros, entre la delgada línea de lo gracioso y lo ridículo; por el contrario la actriz Alexha Ochoa, nos muestra a una Madelón visualmente interesante, no por la expresividad corporal, o la construcción de su personaje, si no por el vestuario y artificios hípsters.
En cuanto a los personajes secundarios, pero no menos importantes cabe mencionar que las interpretaciones de Augusto Meza (De La Vega) y Estaban Acegaba (De La cruz), conforman la puesta en escena de una forma endeble, son los únicos en quienes no vi diferencia entre sus actuaciones del año pasado y esta función.
El desequilibrio en las actuaciones y niveles energéticos de los actores Esteban Acegaba, Augusto Meza y Alexha Ochoa, genera la sensación de que siguen presentado un examen.
En los pilares fuertes se encuentran Irving Gallegos (Papá), Edén Villavicencio (Mascarilla), Estrella Gómez (María), Yeray Albelda (Jodelet), son actores con mayor experiencia, han trabajado en montajes fuera de la universidad y con otras compañías.
Sin duda es una obra para seguir trabajando, mejorando, obtener la armonía entre cada uno de los actores, para que logren hacer reír a carcajadas a toda la sala y no solo a sus familiares y amigos. Estoy segura que en poco tiempo pueden alcanzarlo, los he visto trabajar y tienen todas las herramientas disponibles para lograrlo.
Dirección escénica: Ángel Norzagaray; Dirección actoral: Estrella Gómez; Composición escénica: Edén Villavicencio; Diseño de iluminación: Eduardo Catalán; Realización de maquillaje: Ivette Abundiz; Diseño publicitario: Hecmar Gómez Layva; Relaciones públicas: Karen Merchant; Productor general: Carlos García Collins/ Ivette Abigail; Asistente de producción: Alexha Ochoa/ Esteban Ecegaba; Coordinación de producción: Frida Cueva; Gerente de producción: Edén Villavicencio; Producción ejecutiva: Estrella Gómez; Co Producción: Centro Cultural Tijuana.