Mancebo-gate
Cuando recibí las primeras noticias sobre los problemas con el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2016 me encontraba en Morelia en medio de la audiencia pública sobre la Ley de Cultura, en específico sobre las artes escénicas (que a mi entender debería ocuparnos más espacio en las preocupaciones de todos nosotros). Para cuando pude escribir algo, ya estaba publicado por varios lados. Me resigné a hacer un resumen y trazar las principales líneas de discusión, pero en este punto está tan viciada la discusión que me parece infértil seguir por ahí y por el contario quisiera proponer otro enfoque y cambiar el tema hacia algo más productivo para todos (seguramente somos muchos los ya cansados de los interminables arrebatos que han surgido)
El problema de fondo es que las reglas de los concursos de dramaturgia están mal, y como se copian unos a otros, siempre son las mismas. El primero, el más evidente, prohibir a las obras concursar simultáneamente en dos concursos. El FONCA resuelve esto de manera muy sencilla, lo pregunta «Estás concursando en otra convocatoria, cuál» y la regla es que si sale beneficiado en la primera, la segunda solicitud se anula. Tal como le ha pasado a algunos autores, como el mismo Martín López Brie comentó (sí, en Facebook) a raíz de este «escándalo» donde además hizo la aclaración que en ese momento señaló públicamente que esa regla estaba mal y que nadie lo tomó en cuenta. Sirva esta atención, más melodramática que mediática, para arreglar lo que claramente es un problema.
Otro factor a tomar en cuenta es que no únicamente tuvo problemas este premio sino también el convocado por Teatro sin paredes donde la obra ganadora resultó tener un estreno previo al concurso y esto me hace pensar, por qué los concursos de dramaturgia deben tener la misma convocatoria que un premio de poesía o narrativa. Estoy de acuerdo que si la intención es publicar después la obra deba ser inédita, pero ¿sin estrenarse? Recuerdo que ya Luis Mario Moncada cuestionaba estos mecanismos e incluso proponía un concurso sobre obra estrenada, no sé qué pasó con aquella propuesta, pero creo que es algo que valdría la pena debatir. ¿Cuántas obras premiadas hay que fracasan en escena? No sé cuál sea la respuesta, no me parece evidente y es un tema más complejo, pero lo que sí es claro es que no hay una postura al respecto y eso sí es necesario, independientemente de la decisión final.
Otro problema, la cláusula que hay en muchos concursos donde se prohíbe la participación de una obra que ya haya tenido una lectura dramatizada no debería existir. Como se define una lectura dramatizada, si se trabajó la obra en un taller y la leyeron los compañeros ya es una lectura dramatizada, si la leí en mi casa para mis amigos, si la leyeron en la Casa de Cultura de San Juan de las Pitas con 30 personas, ya se chingó el autor. Es ridículo.
La idea, supongo, es proteger la secrecía del autor pero ni una lectura, ni un estreno de corto alcance lo ponen en riesgo. Es más común que uno de los jurados identifique la obra por ser de un alumno de taller o de un colega que se la mandó alguna vez. Esto sí pasa, se resuelve de diferentes maneras de acuerdo al jurado, pero ni en el caso del Mancebo, ni en el premio de Teatro sin paredes los jurados conocía a los autores o tenían conocimiento previo de la obra y no digo esto para volver a entrar en el mismo tema sobre si era lo correcto, lo moral, lo ético, yo solo hablo de lo pragmático. ¿Para qué sirven estas reglas? ¿son funcionales? ¿a quiénes protegen? Porque a los autores, sin duda, no.
Me disculpo por la poca información proporcionada en la nota, pero ya es tan largo el enredo que flaco favor le hubiera hecho al lector al querer explicar la madeja de chismes. Para conocer una panorámica del origen de la controversia puede ver la nota Tras controversia, no habrá premio Gerardo Mancebo del Castillo de Cartelera de Teatro
Anexo Teatro Sin Paredes
Respuesta de Isaac Velasco a la cancelación de los resultados del Premio Independiente de Joven Dramaturgia 2016
Con respecto a mi participación del concurso convocado por la editorial Teatro sin Paredes hago la siguiente aclaración:
De ninguna manera mi intención fue dañar la imagen de nadie con respecto a lo sucedido y me parece necesario que se explique de manera más amplia este hecho en el que me siento abrumado. Al revisar los criterios de selección para ingresar por sugerencia de un compañero cercano descubrimos que no es explicito el hecho de aceptar obras inéditas o ya estrenadas. Al ver esto generó no sólo una duda sino una invitación a la reflexión, por algún momento, me pareció pensar, dado que los criterios de selección año con año se van modificando en esta ocasión habían decidido quitar estos puntos de manera intencional, abriendo la posibilidad a que obras ya expuestas pudieran tener una oportunidad, para ser evaluadas y abrir el campo de mirada y difusión de un texto dramático, por otro lado había una duda si esto fue un error de redacción o una provocación a los modelos de convocatorias actuales. Para poder tener una visión más completa de este punto le pedí a mi contacto en México (Ya que durante la recepción del trabajo y hasta la fecha no estoy en territorio mexicano) que antes de ingresar la obra preguntara, si había algún problema ya que el punto antes mencionado resultaba difuso; mi contacto, una persona de mi entera confianza hace esta pregunta para poder quitar esa duda y la persona encargada de recibir el texto le menciona que no hay ningún problema con respecto a eso, sólo piden que no esté editada. Al escuchar esto mi contacto ingresa la obra porque ya teníamos luz verde, después del fallo positivo a mi favor y en pláticas con la editorial se me pregunta ¿Cuándo fue la última función? Menciono un aproximado, varios años atrás y lo siguiente es lo que todos conocen, el premio queda cancelado por no respetar la convocatoria. En este punto mi argumento radicaba en que lo redactado por la parte convocante pide exclusivamente este punto:
«No podrán participar obras que se encuentren en proceso de publicación o puesta en escena en el territorio nacional como en el extranjero»
Y no se menciona nada más con respecto a ser obras inéditas o no estar estrenadas. Por otro lado la confirmación por parte de un elemento de su staff nos dio una luz verde, al preguntar y conceder, quedaba por sentado que se era consiente de este hecho por lo que no habría necesidad de repetirlo constantemente. Ante estos argumentos la respuesta de la parte editorial fue:
“Ningún certamen que premie obra dramática convoca en la modalidad de obras publicadas o estrenadas, salvo”
Y esto es cierto, ya que las demás convocatorias dejan en claro el punto sobre lo inédito y estrenado, cosa que la presente convocatoria no menciona en ningún punto.
El error de comunicación se hace mayor cuando mi contacto habla con los directivos de la editorial y mantiene su postura, “Yo pregunté si había algún problema y la respuesta fue negativa” y es aquí cuando todo queda en lo subjetivo, entre la palabra de mi contacto contra la palabra de un elemento no identificado del staff.
Dicho esto acepto el error de pedir a alguien cercano pero sin experiencia para resolver este tipo de cuestiones, como la duda frente a la editorial y la presentación del texto. Acepto que hay una parte fallida en delegar obligaciones que sobrepasaron a la persona que dio la cara en el momento de la entrega. Acepto esa parte de mis hechos. Pero hay que reconocer que hay problema de redacción que vuelve ambiguo un punto que debiera como en el resto de las convocatorias ser fulminante y preciso. Esta laguna en el texto hace que me vea afectado, ante las insinuaciones de haber accionado con dolo, me veo en la necesidad de decir que de ninguna manera mi accionar pretendía ser ventajoso, ni “traté de ampliar un pliegue en la lectura de la letra de la convocatoria en la que ningún otro participante respetuoso de la honorabilidad intentó forzar enviando obras publicadas al concurso” Mi intención no fue forzar ningún mecanismo que no estuviera abierto previamente.
Agradezco a los jurados por ser considerada mi obra, el tiempo que se tomaron en la evaluación y a las palabras del director de la editorial en dónde no se pone en juego la calidad del producto sino la forma en la que se suscitaron los hechos.
Pido que se tome en consideración lo ya dicho para evitar una lectura parcial de los hechos.
En realidad lo que me duele no es que me quitaran el premio porque ya fue dicha la valoración. Lo que duele es que se me acuse en mi honorabilidad cuando yo pedí desde un principio se dijera todo. Lamentablemente no estoy en la latitud, ni la posición para poder comprobar que esto fuera realizado.
Sin más pido una disculpa pública a las partes afectadas por un error en conjunto, esperando que haya conciliación con respecto a lo sucedido. Espero que esto más allá de una discusión pública nos invite a reflexionar sobre lo acontecido, apegarse a lo escrito y evitar las suposiciones de hecho. Así como la reflexión sobre los modelos de selección, sin más agrego estar dispuesto a la crítica, el análisis, la discusión sobre lo sucedido y sobre todo al dialogo.