21 Comments

  1. Sofía
    19 julio, 2016 @ 11:02 pm

    Dónde queda la objetividad, ética, responsabilidad… entre muchas otras cosas.

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  2. Edgar Chías
    19 julio, 2016 @ 11:07 pm

    Hola, Fernando. No tengo idea de quién puede dar testimonio de que yo escribí carta alguna, ¿basado en qué, alguien podría sostenerlo? Yo firmo mis pleitos. Que suscribí, es ligeramente distinto. No te guardes datos, y ponle nombre y apellido a todos.

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    • Fernando de Ita
      19 julio, 2016 @ 11:29 pm

      De acuerdo Edgar. Como dice el clásico, no puedo revelar mis fuentes, pero los testimonio que yo dí por buenos y tu por falsos, existen.

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      • Fernando de Ita
        20 julio, 2016 @ 12:16 am

        Edgar, ante tu comentario las 2 persinas que me dieron el testimonio me aclaran que recubieron la carta de tu parte y dieron por sentado que tu la habias redactado. Mis sinceras disculpas.

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  3. Javier Márquez
    20 julio, 2016 @ 6:26 am

    Fernando, hago la misma pregunta que el maestro Edgar. He de sugerir que seas más cauteloso de tus fuentes por varias razones que encuentro en tu escrito: en la carta entregada al CCH no aparece como firmante Luis Santillán; en segunda, pareces no conocer la carta que fue publicada en redes sociales, la cual te invito a consultar y, de nueva cuenta, invitamos a esta página a publicar como se les invitó en cuanto salió a la luz. Por otra parte, el mismo Santillán ya no puede participar del premio desde hace tiempo por la edad límite que este contiene en sus bases. Por último, exiges que salga a la luz el autor que desató todo esto; yo te aseguro que el autor que desató todo esto fue aquella persona que, como lo señala Alejandro Ricaño en su publicación en Facebook, que no quiso firmar la carta y, clandestinamente, la filtró al CCH donde, sin previa verificación, se dio por auténtica y se me señalaba como quien la había presentado. Esto es una difamanción de la cual, por el marco legal, sigo esperando una respuesta de la directora. Buscas una cabeza, te digo, no es una pues varios participaron de la redacción de esta carta y se fue modificando, igualmente, a partir de sugerencias de quienes terminamos firmando. Se publicó en mi muro porque yo era el principal implicado en las acusaciones del helénico y así se acordó por el grupo.

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  4. Iván Arizmendi
    20 julio, 2016 @ 6:29 am

    Yo soy uno de los firmantes y no me considero cínico puesto que al concursar en este u otro concurso no he cometido la falta señalada. Vendría bien no generalizar y releer la carta enviada al Helénico publicada en redes una vez entregada a la institución en donde se señalan cosas que van más allá de una turba enardecida o venganzas personales.

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  5. Fernando de Ita
    20 julio, 2016 @ 10:13 am

    Nunca digo que Santillan haya firmado la carta, solo que a partir de ella fue un tenaz difusor de la misma. En efecto, no conozco la redacción original de la misma, que por lo que dices, Javier, la hizo el espíritu santo. Sé que Luis ya no podía participar en el Mancebo, y menciono que se le fue la ocasión de ganarlo solo para subrayar la mala leche que hay en este. reclamo. Iván, dejo en claro que no todos los abajo firmantes hicieron lo que cuestionan y mi calificativo va por los que lo han hecho. Javier, yo no exijo nada. Solo expongo las paradojas de la protesta. Las que ustedes no mencionan y le birlaron el Mancebo 2016 a quien lo merecía, quien entiendo fue tu alumno y no precisamente el favorito del maestro. Finalmente, si tenían tan claro las deficiencias de la directora actual del Helénico, no es cuestionable que las sacaran a la luz precisamente por una decisión a favor de los jóvenes dramaturgos?

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  6. Rafael Pérez de la Cruz
    20 julio, 2016 @ 4:38 pm

    Querido maestro Fernando. Me gustaría sumarme a la aclaración que hace mi compañero Javier, respecto a la redacción de la 1ra carta. No hubo un redactor «principal» sino a través del diálogo y el acuerdo de varias personas fue cómo se tomaron las decisiones y la versión final de dicha carta quedó redactada. El espíritu santo en ningún momento tuvo voz ni voto. Respecto a su nota creo que el realizar un señalamiento y denostación de este tipo no permite más que quedarnos en la orilla o superficie de un problema que es más complejo. Ya lo me habían advertido: «quedarás como resentido», me dijeron, sin embargo el sumarme a una postura es una forma de hacer un contrapeso a ese pensamiento que cree que puede quedar impune. Una postura dictatorial e inflexible, como aquel que decide lo que es bueno y lo que es malo o lo que es teatro y lo que no lo es. Ese pensamiento es el que no queremos que prevalezca.

    Otra cosa hubiera sido que el jurado y autoridades responsables del PNDJGMC 2016 hubieran salido a declarar la obra de Hidalgo ganadora, señalando la precariedad de una cláusula (la cual ellos redactan y firman de conformidad) y la aclaración o corrección de su convocatoria. Repito, otra cosa hubiera sido, pero no fue. Sino que tuvimos que inconformarnos para que saliera todo un sistema lleno de ineficacias. ¿Si no nos hubiéramos puesto de acuerdo «los abajo firmantes» las malas desiciones del Mancebo hubieran seguido en lo oculto, en lo oscutiro o por debajo del agua? Seguramente. Usted menciona que las autoridades de Helénico actuaron con sensibilidad y menos rigidez, claro que no. Si hubiera sido así hubieran sostenido a Hidalgo con la vehemencia, que usted señala, y no lo hubieran dejado sólo a la buena de la «jauría». ¿Por qué no lo sostuvieron? Porque no son tontos; prefirieron salvarse ellos a salvar al autor. Nosotros no le quitamos el premio a nadie sino que el jurado y las autoridades del PNDJGMC 2016 no pudieron hacerse responsables de sus actos; en dado caso ellos anularon el premio. No existe la sensibilidad ni la flexibilidad con la que usted dice que ellos actuaron.

    Respecto a la convocatoria y las cláusulas estoy de acuerdo que deben de modificarse porque como ya lo señaló Ricaño (el único jurado que ha dado la cara) «no se adecuan al contexto de los dramaturgos mexicanos».

    Por otra parte, maestro, creo que se queda en el 2do capítulo de la temporada porque omite una acción importante que es la postura y la carta de Gabriela Roman, la cuál, desde mi parecer, explica el sentir desde adentro del proceso de selección y las circunstancias que lo rodearon. Esta carta complejiza la situación y no la encierra a un dedo señalador o búsqueda de culpables; postura que por cierto sólo es de dientes para afuera porque si de verdad los «vindicadores» del Facebook se sintieran tan agraviados, ofendidos o ultrajados ya se hubieran organizado para realizar una acción concreta, pero no. Prefiero quedar como «el resentido» a hacerme de la vista gorda.

    Antes de que se me adelante y como ya le había mencionado en mensaje mi obra seleccionada en teatro escolar no estaba participando a la par en el Mancebo, puesto que al enterarme de la preselección del Mancebo (¿porque demonios no hacen público los pre seleccionados?) decidí empezar a redactar el proyecto. Las fechas y matasellos de los documentos me avalan.

    Cierro diciendo que se busque otras persianas, porque las que tiene además de pusilánimes, no son de confianza (tampoco para su investigación) y lo hacen quedar mal. Mejor pregúnteme a mí, yo soy de confianza. Abrazo.

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  7. Teatromexicano
    20 julio, 2016 @ 4:47 pm

    Aclaración de la redacción: No se publicó la carta porque cuando estábamos en condiciones de hacerlo ya estaba muy difundida y no tenía sentido.

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  8. Javier Márquez
    20 julio, 2016 @ 4:56 pm

    Pues tampoco Santillán fue el difusor de la carta. Su primera publicación se hizo hasta que se dio a conocer al segundo ganador que también había estrenado ya su obra en la UNAM. Me extraña que no conozcas la carta y, aún así, des opinión sobre ella y acuses de todo esto a gente que, entonces, tampoco sabes quién es pues tampoco has de conocer los nombres de quienes firmaron. ¿Sólo te basta saber que la mayoría somos jóvenes y lo demás no importa? ¿Dónde está el rigor como periodista? ¿Cómo hablas sobre las paradojas de una protesta sino conoces el caso? Te vuelvo a invitar a consultarla y a leer realmente las exigencias pues no pedimos renuncia de nadie y es muy explícita la carta al decir que «NO queremos que se le retire el premio a José Manuel Hidalgo». Por otro lado, más allá de todo el adjetivismo bíblico que usas ¿es tan increíble que en este gremio se pueda unir un grupo de personas para redactar una carta dirigida a un funcionario respecto a una inconformidad que nos compete como profesionales y no de manera personal? Entonces sí «pecamos» de jóvenes. A partir de charlas que hubo entre gente por diversos medios se comenzó a coincidir en términos y se llegó a algunas posturas que meramente fueron vaciadas en el papel y que, después, fueron siendo modificadas por sugerencias de los que terminamos por firmar la carta. Tantas modificaciones fueron, según sé, que es bastante difícil nombrar a un autor o unos cuantos autores porque, tal vez, a cada firmante le corresponde una línea. Y hago énfasis en la pregunta ¿toda protesta dentro de este gremio tiene que ser una cuestión personal? Sí, José Manuel Hidalgo fue mi alumno y el trato que haya tenido con él en mi clase no interesa en esta discusión, porque repito que no se trata de algo personal y, de nueva cuenta, estás escribiendo de oídas. ¿Quienes lo pusieron en esa situación de exposición? Primeramente él por no ceñirse a las bases, y en segundo, la irresponsabilidad de la directora y los jurados que tampoco respetaron las bases y tampoco fueron capaces de mantener su postura públicamente. No está en juego la calidad literaria o dramática de la obra, sino todo el proceso de selección.

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  9. Iván Arizmendi
    20 julio, 2016 @ 5:19 pm

    Teatro mexicano, la carta al parecer no estaba tan difundida ya que el mismo autor de este artículo la desconoce y fundamenta su opinión llamando a los «abajo firmantes»: filisteos, cínicos, jóvenes violadores y demás apelativos, cosa que también ya está muy difundida y sin embargo he aquí el artículo en su espacio.
    Invito a que se publique (la carta) en este medio para que los lectores de esta página puedan tener un panorama completo y puedan generarse una opinión objetiva y crítica, que para eso son estos espacios.
    Por otro lado, el que un artículo lleve un título que generaliza y no aclare en su contenido que no todos los firmantes o concursantes violan las leyes y nos ponga a todos por nuestra edad en la misma situación y bajo el entendido de que somos «filisteos» o cínicos, fundamentado en supuestos y falsos informantes, deja la sensación de que estamos dialogando bajo premisas poco objetivas y agresivas, cosa en que los «abajo firmantes» no hemos incurrido. Quizá somos filisteos buena onda.

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  10. David Herce Kiawtletl
    20 julio, 2016 @ 5:39 pm

    «Acaso en Finlandia la violación de la regla puede generar un justo enojo, mas en la tierra donde la ley se hace para incumplirla » ¿no? ¿Estamos en México condenados a seguir aguantando la corrupción sólo por ser práctica común? ¿De verdad nos está usted proponiendo eso, Fernando? Si usted sabe de entre los que firmamos quiénes han faltado a la regla considero que es su obligación dar nombres, apellidos, cómos, y cuándos; de modo que quienes puedan den sus argumentos y quienes no, o lo asuman y vayamos limpiando el chiquero en el que está nuestro país, empezando por nuestra casa.
    A los funcionarios les pedimos que sean más sensibles pero no que pasen por alto las reglas que por algo están ahí. Empezamos por violar las reglas y rematamos en la corrupción sanguinaria en la que estamos sumidos. Esa es la razón de nuestros señalamientos. Y si en México estamos condenados a aceptar las violaciones o a desacreditar a los que las señalan como resentidos, más nos vale abandonar las posturas políticas y replicar complacientemente las telenovelas en los escenarios.

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  11. Alejandra Serrano
    20 julio, 2016 @ 9:17 pm

    Al rato que termine la jornada de hoy del Festival de la joven dramaturgia subiré en este mismo espacio la carta. No sé si se den cuenta, pero solo hay tres o cuatro personas contestando. Hay cosas mas importantes. Ya quisiera verlos discutir así por la ley de cultura. La seriedad que le faltó al CCH para tratar el asunto les sobra a ustedes, y no lo digo en un buen sentido. Se toman demasiado en serio, creen que esto es justicia y es pelear por la comunidad porque pasan demasiado tiempo mirándose al ombligo. Relájense. Hay mucho por hacer.

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    • David Colorado
      21 julio, 2016 @ 4:18 pm

      Gracias por escribir algo razonable. Es absurdo este tipo de discusiones.

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  12. LEGOM
    20 julio, 2016 @ 9:37 pm

    Qué curioso que defiendan tanto las precisiones del relato. Ahora resulta que se sienten infamados. No mamen.

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  13. David Herce Kiawtletl
    20 julio, 2016 @ 11:41 pm

    Ah pues es que como el tema de la opinión es sobre el Mancebo, pues por eso estamos discutiendo de eso. Teatro mexicano, ¿cuando sacan una nota de la ley de cultura para que la podamos discutir?

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  14. Alejandra Serrano
    21 julio, 2016 @ 12:31 am

    Ya la sacamos

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  15. Laura Muñoz
    21 julio, 2016 @ 1:13 am

    Si hay cosas más importantes que discutir, entonces: ¿ Para qué darle un espacio en esta página? Es igual de curioso que se insista en atacarnos y creer que sólo se puede actuar desde un trasfondo. Si el problema es de tres o cuatro personas,entonces,esta nota no tiene sentido como tampoco lo tiene la nota Mancebo Gate

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  16. Javier Márquez
    21 julio, 2016 @ 1:15 am

    Claro, vamos a relajarnos, a ponernos laxos en un gremio al cual cada día le hace falta más rigor y disciplina en su trabajo y que esto se nota en los escenarios e, incluso, en este artículo. Por otro lado, ¿tendría sentido discutir sobre una ley de cultura si, de cualquier forma, estamos «en el país donde se hacen las leyes para romperse» según el autor de este artículo?

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  17. Alejandra Serrano
    21 julio, 2016 @ 4:11 pm

    Laura, no sé porque piensas que te ataqué a ti o ustedes, tampoco dije que el problema fuera de tres o cuatro personas, sino que la vida sigue. La nota que mencionas de mi autoría, el Mancebo-gate, justo trata de darle la vuelta a esto que son puros chismes y malos entendidos hacía entender la raíz del problema y discutir sobre eso. Discutir en la práctica, quiero decir, modificar las reglas para que sean mejores para todos.

    Por mi parte es la última participación que hago sobre este tema, solo me interesa dejar en claro que no había ninguna intención de ataque. por el contrario, ya está su carta completa, creo que estaban en todo el derecho de apuntar la falta

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