El actor expandido
Oz Jiménez
Y yo le creo.
Le creo a LEGOM cuando defiende a los expandidos.
Le creo cuando habla de que los actores sólo nos sentimos libres cuando nos hacemos todo.
Le creo que somos putas del dramaturgo y del director.
Le creo que somos putas porque repito su estructura para reflexionar.
Para expandirme.
Sin chistes.
Sin dobles sentidos.
Porque soy actor.
Y no soy su amigo.
Y también escribo.
Y produzco.
Y gestiono.
E ilumino.
Y también le juego al director.
Porque puedo.
Porque quiero.
Porque el dramaturgo se expandió.
Porque era poeta y narrador y luego se hizo dramaturgo.
Yo entonces me puedo hacer todo.
Yo me puedo expandir.
Porque unos lo hacen para ganar premios.
Dinero.
Otros lo hacemos por capricho.
Por ruptura.
Por búsqueda.
Y me expando.
Y me sigo expandiendo.
Porque los títulos salen sobrando cuando ya existen dramaturgistas, cuando ya estamos en la poscontemporaneidad.
Y le creo.
Y lo entiendo.
Porque también escribo.
Porque con lo nuevo lo viejo se va.
Como cuando uno caga.
Y si los actores ya no son actores y son todo.
Y se dedican a golpear botellas.
¿Quién va a repetir mis palabras?
Las que dejé puestas en el papel.
Las que deje en la edición 2000 de Word.
Nadie.
Y el helado de cereza en junio se va a derretir.
Y ya no seré el padrote que era.
Porque no tengo putas.
Porque las putas se revelaron.
Porque si el dramaturgo que no es mi amigo ya lo dijo.
“Que el teatro es el cambio, la experimentación”.
Que en el teatro se cuestionan “las instituciones, las ideas a partir de la imaginación del individuo”.
Pues experimento tanto como la expansión me lo permita.
Tanto como la imaginación me lo permita.
Y si quiero experimentar con mostaza.
Entonces me volveré puta de la mostaza.
Porque el actor es el último editor.
Porque sin actor no hay nada más.
Porque el actor solo es puta de si mismo y como puta elije con quien acostarse y con quién no.
Y al dramaturgo le da miedo.
Que ya no se quiera revolcar con él.
Pero de verdad le creo.
Porque “todo” es libertad.
Y al mismo tiempo es nada.
Porque si el dramaturgo hace narrativa escénica.
Y se retrata en su dramaturgia.
Y se hace retratos en sepia.
Que más da que el actor se a ciudadano en escena.
Porque todos nos hemos expandido.
El dramaturgo.
El director.
El actor.
Por eso le creo.
Porque su crítica es poética, bonita y reflexiva.
Tan reflexiva que me pone a escribir.
Porque de eso se trata expandirse, de llevar la reflexión más allá.
Porque el dramaturgo que no es mi amigo, fue de los primeros expandidos.
Aunque ahora parezca muy estrecho.
Comentario en la nota En defensa de la escena expandida
11 enero, 2016 @ 5:12 am
E
X
P
A
N
S
I
O
N
V
E
R
T
I
C
A
L
11 enero, 2016 @ 9:00 am
¿?