Mi amigo el actor
Escribo. Mal, pero mucho.
Escribo, no hago teatro.
Tal vez por eso no sé nada de teatro.
Sé lo que veo.
Sé lo que me dicen.
Sé mucho del teatro por mi amigo El actor.
Cada semana, los lunes a las tres, como relojito, viene a explicarme lo que es el teatro.
Creo que le tengo cariño.
A El actor, no al teatro.
A veces me desespera.
Pero le tengo cariño.
Llega a ser demasiado frágil.
Amamos la fragilidad.
Sea en los cristales o en las osamentas.
Así que sí, le tengo cariño.
Ahora vino a llorar.
A veces llora.
Hoy llegué al departamento y ya estaba El actor, llorando en el futón de la sala.
Entre sollozos intentó explicarme que nadie lo respeta.
Dramaturgo, tú no crees en el teatro expandido.
No, yo creo en todo lo que sea teatro o parezca teatro. En los que no creo es en los pendejos.
Gracias.
Para servirte.
Y a chillar de nuevo:
Es que todos mis proyectos terminan de la verga.
Y así y así y así, llegamos al tema de Pinocchio.
Podría decir que él sacó el tema.
Pero casi de seguro que fui yo.
Porque así soy.
Ni modo.
Y qué pasó con tu proyecto de Pinocchio.
Vete a la verga.
Estoy hablando en serio. El actor, El actor, ¿me estás escuchando?
Dijiste que era una mierda.
No dije eso.
Dijiste que soy un imbécil.
Bueno, eso tal vez sí, pero era un buen proyecto.
No era un buen proyecto.
El actor se había enterado tres meses atrás, en una de sus muy ocasionales lecturas, que Pinocchio no era un invento de Gual Disneis.
Así lo dijo.
Por si no sabes, pendejo, y deberías leer más ya que eres escritor, a Pinocchio no lo inventó Gual Disneis.
No me digas.
Date por enterado.
…
Es de un inglés que se llama Carlo Colodis.
Un italiano.
Algo así.
Algo así.
Y creo que podría hacerse algo con esa historia. Parece que es muy buena.
¿Parece?
No la he leído, pero creo que es una buena historia.
Si es como la de “Gual Disneis” debe ser buena.
Eso.
¿Y como qué crees que podrías hacer con el Pinocchio, una película de dibujitos?
Eso.
Y ahí fue donde se lo dije:
Ah, cómo serás imbécil.
O… o… o… Podría hacer una obra de teatro.
Y así había sido como inició el proyecto del Pinocho.
Y aquí estábamos de nuevo con el tema del Pinocho.
Es que creo que me lo agandalló el director.
¿Te acuerdas, El actor, que habíamos quedado en que ibas a hacer tu propio proyecto? ¿Te acuerdas que dijiste que ahora sí no te lo iba a agandallar el director, o el productor? ¿Te acuerdas lo que hablamos de controlar tus medios de producción?
Es que el director me dijo que íbamos a hacer algo muy chingón, muy europeo.
¿Muy europeo?
Muy europeo. Y expandido.
Y ahí vas de pendejo.
Creo que no sabes nada del teatro europeo.
¿Y tú sí, idiota?
Pues sí. Es un teatro muy expandido.
Y llegamos al meollo del asunto.
Y se te hizo agua la cola cuando oíste lo de expandido.
Más o menos.
No es que me guste ofenderte, pero me provocas.
Claro, como tú escribes cosas viejitas.
Cosas viejitas.
Como ya estás pasado de moda.
Siempre dice eso para ofenderme. Pero no puede.
No me ofende porque es verdad.
No me ofende porque hace nueve años, diez meses y tres días que no estoy de moda.
No me ofende porque no tengo dignidad.
¿Lo dices para ofenderme?
Sip.
Me ofendiste.
Perdón, no era mi intención. Bueno, sí era, pero perdón.
Y, entonces, qué pasó.
Pues nada, me dijo el director que yo iba a ascender. Que ya no iba a ser uno de esos actores que representan. Que iba a ser ciudadano.
Un ciudadano. No un actor.
No, un ciudadano.
Eso se oye chingón.
No mames, cuál ciudadano. Acabé de su peón.
Por lo menos te diste cuenta.
Un pinche peón de obra, Dramaturgo. Un pinche y jodido peón de obra pero sin Seguro Social.
Bueno, peón de obra… ese es un empleo digno, muy… muy… muy ciudadano.
Qué mierdas.
Los albañiles construyen las ciudades.
De qué lado estás.
Tú eres el que quería expandirse. ¿Y cómo terminó el proyecto?
Cuál proyecto.
El puto Pinocchio, cuál otro.
Ah, ese. No, no terminó, ahí sigue.
Entonces por qué mierdas estás chillando.
Porque por tu culpa yo soy el productor.
Esa era la idea.
¿Esa era la idea?
Pues sí.
Por tu culpa ahora me trae de su pendejo el director consiguiendo la lana para la obra.
Ah, esa no era precisamente la idea.
Eso hace un productor.
Eso hace un productor.
Eso hace un productor.
Sip, pero la idea era que fuera “tu proyecto”, la idea era que fuera Pinocchio y que se lo vendieras a las secundarias públicas.
Es mi proyecto.
Pero te traen de gato.
Solo en la escena. En escena soy ciudadano que parece peón de obra.
Solo en la escena.
Acabo todo jodido. Me trae pegando ladrillos durante hora y media. Y cargando costales de cemento.
¿Eso haces en la obra?
No, en casa de la hermana del director. Pero es parte de todo.
No entiendo.
Te digo que es teatro expandido.
Ah, claro. Como en Europa.
Eso mero. Pero acabo bien jodido. En las noches siento que se me salen los huesos de las rodillas.
Y eso no te gusta.
Y cuando estoy en escena, tengo que platicarles a los niños, desde el fondo de mi corazón, que soy marica.
¿Supongo que ya le comentaste al director que no eres marica?
Sip, pero dijo que no importa. Lo importante es la sinceridad.
Qué vergas tiene de sinceridad que digas que eres marica aunque no lo seas, o no sepas todavía que lo eres.
Porque es de humano a humano. No entenderías.
Entonces sí estás actuando.
¿En serio, lo crees?
Si dices que eres algo que no eres.
Sí, ¿verdad?
Y tú quejándote.
Es que no quieren la obra en las secundarias públicas. El director me mandó con una carpetita a vender funciones en las secundarias públicas pero en todas me mandan a la chingada.
Cálale con las secundarias privadas, ahí sí conocen el teatro europeo.
No, no, dicen que no está bien eso de encuerarse frente a los chamacos.
¿Quién se encuera?
Pinocchio, quién más.
O sea, tú.
No, yo no me quedé con el papel.
Espérame tantito. ¿Tú no eres Pinocchio?
Nop.
Pero si hasta ensayaste lo de la nariz.
Me salía bien, ¿verdad?
Y era tu proyecto. Querías montar el Pinocchio porque te mataba la idea de representar a un pobre títere con un alma enorme y una nariz retráctil.
Pero no di el papel.
Según quién.
Según el Director.
¿Pero no se supone que son ciudadanos?
¿Y?
Entonces, cuáles “papeles”. Son ciudadanos, no actores.
Te digo que no sabes un carajo del teatro europeo.
Ah, cómo serás pendejo. Era TU proyecto. Tú eras Pinocchio.
Sí, pero aquí solo soy un ciudadano, hay democracia.
¿Eso es democracia?
Eso.
Ni cómo ayudarte.
Pues sí, por eso vine.
Sí qué.
Si tienes cómo ayudarme.
Ah, y cómo es eso.
¿Te acuerdas cuando montamos tu obra sin permiso y la estuvimos vendiendo en las secundarias?
Y en la prepas.
Esa.
Cómo olvidarlo.
Pues quería preguntarte si no habría manera… si no se podría… si estarías de acuerdo con que usara la carpeta de esa obra para vender ahora la obra.
¿La mía? ¿De nuevo?
No, la de Pinocchio.
Vas a vender tu Pinocchio con mi carpeta.
Pinochos tres punto catorce dieciséis.
Qué.
Así se llama. Pinocchios tres punto catorce dieciséis.
Muy matemática.
Qué dices.
Muy matemática… por lo del tres punto catorce dieciséis.
No sé de qué hablas.
Olvídalo.
¿Entonces, podemos?
No creo.
Es que estaba pensando que podríamos venderla con tu obra esa y luego llegar y sopas, encuerarles al Pinocchio.
Ni se la van a esperar.
Ni la van a ver venir, los pendejos.
Pero tendrías que cobrar antes.
Ah, claro. Cómo ves.
Eso estaría muy expandido.
Eso digo yo. Los estudiantes de secundaria también son ciudadanos.
Y si los convencen, la hermana del director termina su puta choza en quince días.
Entonces, ¿sí podemos?
Por mí, adelante.
¿No te vas a emputar como la otra vez?
Ya ves cómo soy, me emputo por nada.
¿Ya ves cómo sí puedes ayudarme?
Siempre estoy para ayudarte.
Oye, ¿crees que tengo talento?
No es un asunto de talento, ya lo hemos hablado.
Lo que siguió lo dejo para otro día. Es una plática que tenemos siempre yo y mi amigo El actor.
Una plática que se repite al infinito.
Siempre termina más o menos en lo mismo.
Pero eso será para otro día.
Ahora tengo que dejar se hacer ruido con las teclas.
El abonero está tocando en el departamento de abajo.
Y luego, ya sé que viene por mí.
Nunca debí comprar esa Biblia de mierda.
4 enero, 2016 @ 8:41 pm
Fe de erratas: Donde dice expandido, debe decir posdramático (o en su defecto, posmoderno, que es más universal). Donde dice europeo debe decir EUROPEO.
5 enero, 2016 @ 6:29 pm
Soberbio, Luis. Pero creo que ahora habrá más ofendidos que con el anterior.
Saludos desde el bello puerto Jaibo.