El Zigzag de las Liebres
Brenda Solís
¿Cómo trabaja el cerebro humano? ¿En cuántas partes se divide? ¿Cómo suena la mente de un pintor, un tenista o de algún actor famoso? Estas y otras preguntas nos podemos plantear al ver El Zigzag de las Liebres, las cuales trata de responder.
Escrita y dirigida por Manuel Parra García, la puesta en escena nos enseña la manera en que suele trabajar el cerebro de los seres vivos, con la primicia de que las liebres tienen una mente que las hace correr en zigzag para poder sobrevivir de sus depredadores. Los humanos no nos quedamos tan lejos y solemos aplicar ciertos mecanismos que la mente activa para sobrevivir.
Nuestro cerebro a lo largo de los años almacena sentimientos, recuerdos y sueños los cuales nos forman una personalidad que influye en nuestra manera de comportarnos ante la sociedad.
Con la participación de Mónica Camacho y Erick Pérez Iker, estos dos personajes junto con Manuel, nos mostraran a lo largo de una hora una trama sencilla de dos personajes, los cuales llevan una vida totalmente distinta entre sí y gracias al desarrollo de ciertos experimentos, realizándose a su vez en forma de competencia, vamos entendiendo a cada uno de ellos un poco más.
Los protagonistas en momentos rompen la cuarta pared y se comunican con el espectador, utilizando un amplio manejo de elementos escénicos en su mayoría videos y fotografías que no solo enriquecen la historia, sino que sirven de ejemplo para explicar el comportamiento del cerebro.
La obra podría pasar por uno de esos talleres que suelen hacer en los museos interactivos para niños, solo que a diferencia de estos esta va orientado a un espectador de mayor edad.
Al final la obra es un buen recordatorio de lo complejo y fascinante que es no solo el cerebro, sino todo de nuestro cuerpo, ya que a pesar de ser algo con lo que vivimos día con día, desconocemos mucho sobre su funcionamiento y muy pocas veces le ponemos la verdadera atención que se merece.