El malo de todos los cuentos

El Monsther Gordillo Freak Show
Ayer en el FITCA se presentaron El Monsther Gordillo Freak Show de la Compañía La Teatrera Solitaria del DF y Mujeres fraguando sueños del grupo anfitrión Rayuela Teatro. El contraste de las dos obras y en el contexto en que se presentaron da pie para reflexiones no solamente de índole teatral

Mujeres fraguando sueños
Lo primero que salta a la vista como elemento común es la presencia del ex presidente Salinas, aunque podría parecer obvia la personificación del mal y la corrupción, en realidad no es evidente. Salinas sigue siendo el malo de todos los cuentos, ¿por qué? Cuántos gobernantes corruptos hemos visto desde entonces y mucha más sangre se ha derramado en sexenios posteriores, pero es Salinas la representación popular por excelencia.
En el caso de El Monsther Gordillo Freak Show, la presencia de Salinas está ligada a la Gordillo. La teatrera solitaria presenta a estos personajes con deformidades causadas por sus acciones. Es liberador para la audiencia la idea de que pudieran recibir castigo, pero vemos que en realidad no es castigo. No hay castigo posible que pueda abatir tal nivel de cinismo y no hay, por lo menos hasta el momento, educación que pueda combatir el sistema que sostiene nuestro estado actual. El público fue muy participativo y aplaudió de pie la propuesta de este grupo.
Al finalizar la función Leticia Pedrajo, actriz y productora de la compañía, hizo mención de que pocos festivales programan teatro cabaret y en entrevista abundó mencionando que en general el medio teatral subestima este género denominado “menor”, quizá del mismo modo en que se ha considerado a la mujer el género débil, cuestión que abordó la segunda obra de la noche, Mujeres fraguando sueños
La premisa de la obra dirigida y adaptada por Jorge Pérez Falconi es prestar la voz para denunciar la violencia en contra de las mujeres con énfasis en el estado de Campeche. Aunque los actores tienen soltura y buen manejo corporal, la estructura de la obra es poco interesante por ser una fórmula muy conocida. Dicho esto, tiene momentos muy bien logrados tanto en la actuación como en la construcción de la obra, sobre todo cuando contrasta. Cambia de un tono melodramático realista a escenas de clown y esto funciona muy bien.
La sala estaba llena y había mucho jóvenes en el público que al inicio de la obra, desde antes de la tercera llamada, estaban haciendo bromas y mucho ruido. Fue muy interesante ver sus reacciones a lo largo de la función, en un momento se sentían apenados y por otros volvían a hablar, pero ahora comentando la obra. Las bromas inapropiadas fueron calladas por la obra.