Producto farmacéutico para imbéciles
Verónica Bujeiro
El titulo de esta obra proviene de un manifiesto del pintor Francés Francis Picabia del movimiento dadaísta, que decía que el arte es un producto farmacéutico para imbéciles. Trata sobre la relación del arte contemporáneo con el espectador, de manifestaciones artísticas de hoy en día que son tan abstractas y el discurso esta tan afuera de quien lo mira que ya no es directa la comunicación. Es un diálogo entre teatro y el arte contemporáneo. Fue un proceso largo porque no quería hablar superficialmente del tema. Tuve un proceso de investigación más o menos riguroso, tome cursos, me metí a ver cómo hablan los curadores, mexicanos especialmente, la palabrería y discurso que utilizan y que sigue alejando al espectador común. Después estaba el problema de cómo bajarlo para que justamente no cayera en la misma trampa de hablar de un código extraño y se me ocurrió centrar la obra en el guardia de un museo que se convierte en artista por toda la exposición que ha tenido al arte, del que dice no entender nada, pero de alguna manera se afecta y él también se convierte en un artista.
Siempre llevo más o menos el mismo proceso para escribir una obra, por esta «deformación académica». Soy lingüista de profesión. Después de terminar la carrera entré a estudiar guión cinematográfico, pero terminé haciendo teatro porque fui finalista en el primer premio del Mancebo del Castillo en 2002 y me di cuenta que el teatro era más mi lenguaje que el cine. Por la proximidad académica encontré en el teatro más herramientas para expresarme que en el cine.
Tengo procesos de investigación largos y no sé si sea bueno porque me tardo bastante escribiendo pero a me gusta indagar alrededor de lo que estoy trabajando.
Encuentro algunas constantes en mi trabajo, pero eso lo he visto cuando me toca archivar, comienzo a ver cierta coincidencia y en la mayoría trato el tema de la identidad existencial, manifestado de distintas maneras, en esta obra me parece que el guardia que se convierte en artista se está preguntando ¿quién soy? y no es a nivel consiente que yo busque hablar de esto.
Nunca he tenido la oportunidad de asistir al festival, tengo la expectativa de cómo va a reaccionar el público. La obra ya tuvo una lectura en Acapulco y el público la recibió muy bien, espero que sea igual en Querétaro y en cuanto a los colegas, más allá de cualquier cosa, aún tenemos la capacidad de seguir dialogando.
Producto farmacéutico para imbéciles que se encuentra programada en el 12 Festival de la Joven Dramaturgia, dentro del ciclo divergente y de la cual se llevará a cabo una lectura dramatizada dirigida por Jean Paul Cartensen y se presenta el viernes 18 de julio a las 18:30 en el Museo de la Ciudad.