Afuera
Chantal Torres
Afuera tomó varios años en gestarse, cuatro para ser exacta, pero el proceso de escritura fue cortísimo, cuatro días. La anécdota es muy cómica, ya que, yo tenía varios años tratando de escribir la obra, pero no me había detenido a hacerlo primero por asuntos en la resolución de la historia y después por cosas de la cotidianidad.
En algún momento del 2012 encuentro la convocatoria de los Premios Estatales de Literatura en Baja California y me digo, voy a escribirla, mi tope es octubre. Y pegué la convocatoria en el friso de mi cocina. Los días transcurrieron y un domingo le eché un vistazo al friso, la convocatoria vencía el siguiente viernes. Quedaban cinco días.
Reestructuré mis actividades y horarios por una semana y el mismo lunes empecé a escribir. Las sesiones iniciaban a las diez de la noche y terminaban entre las dos y cuatro de la mañana. La concluí el jueves a las cinco y media de la mañana, la imprimí, le saqué copias y la envié a participar. A los meses, me entero que fue seleccionada.
Afuera forma parte de una trilogía a la que he titulado Mercado negro. La segunda Sicario Blues, que escribo actualmente y >Los huérfanos del presidente, que empezaré a escribir en el 2015.
Afuera, hasta hoy es la obra que más me representa y con la que siento mayor pertenencia. Para mí es una historia desde las entrañas, porque con ella intento entender la ausencia y el dolor. La cicatriz de un pueblo. Mi pueblo. Abordar la pena y la esperanza que conviven juntas en la frontera, desde ángulos y posturas diferentes. Cuatro años antes de escribirla, realicé una investigación del teatro sobre feminicidios en México. En el trabajo, decidí enfrentar Hotel Juárez de Víctor Hugo Rascón Banda y La ciudad de las moscas de Virginia Hernández, porque ambas abordan el tema desde perspectivas disímiles, trabajan el tiempo de manera diferente y el lenguaje se ve afectado por el género y el origen de los autores, sin embargo, además de la complicidad del tema, está la denuncia de un hecho horrible que permanece. En estas obras existe una imperante necesidad de hablar sobre la violencia hacia las mujeres de ciudad Juárez, que los autores realizan con una suavidad literaria.
Logré percibir el dolor y quise ir más allá. Por eso escribí Afuera, en un proceso de sanación, es mi denuncia, mi queja, mi inconformidad ante el impune fenómeno social.
Escribir para la escena
Soy gente de teatro, por lo tanto, escribo para representar y llevar a cabo. Ninguna de mis obras habrá de tener dificultad alguna para ser representada en ningún escenario del mundo. Mi producción es muy sencilla, en mi estado, lo difícil es encontrar actores mayores de cincuenta años. Tres de los personajes de Afuera, son hombres mayores.
El teatro en Tijuana
Tijuana es una urbe maravillosa y el teatro en ella podría describirse como joven, con toda la particularidad que el adjetivo exige; goza de inexperiencia, arrojo, candidez, energía, fuerza, auge, sed, necesidad y futuro. Como en todo el país. Los fondos son pocos, aislados e inconstantes. Por lo tanto, hay que combinar la actividad teatral con alguna otra faena.